La película Space Jam: El Juego del Siglo, fue estrenada hace casi 24 años, por lo que aquellas personas que hoy tienen entre 30 y 35 años, tenían en aquel entonces 6 y 11, respectivamente, una edad perfecta para disfrutar de los que en ese tiempo eran sus personajes de caricaturas favoritas y el mejor basquetbolista de la época en un dueto inolvidable: Bugs Bunny y los Looney Tunes con Michael Jordan.
Aunque este filme de Joe Pytka es reproducido millones de veces en el mundo cada año, Netflix decidió integrarlo en sus estrenos de mayo, lo que ocasionó que volviera a ser tendencia y que miles de personas desempolvaran sus mejores recuerdos de la infancia disfrutándolo de nuevo, incluso, con las nuevas generaciones que aún no conocían tal genialidad.
Para aquellos que por una u otra razón no habían vuelto a ver Space Jam en muchos años y que en esta cuarentena la disfrutaron de nuevo, más de uno captó por primera vez el significado de una de las escenas más icónicas de la película, que es cuando Michael Jordan estira su brazo desde la mitad del campo y logra hacer la canasta del triunfo.
Muchos niños de 1996 se dejaron llevar por la emoción de la victoria del Tune Squad sobre los malvados Monstars y aunque el enorme brazo de Jordan les pareció algo extraño, no se preguntaron por qué lo hace únicamente hasta que termina el partido. Bugs Bunny resolvió ese misterio.
Cuando Stan Podolak (asistente de Jordan en la película) es aplastado por el equipo rival e inflado como un enorme globo para después volver a su forma original. Michael pregunta a Bugs cómo es que lograron hacer eso, y el conejo le responde que es sencillo, pues olvida que está en el mundo de los Looney Tunes, estirando el cuello del Pato Lucas como ejemplo. El basquetbolista le responde con ironía que cómo se le ocurre decirle eso a 10 segundos del final; de ahí que pudo estirar su extremidad de tal forma y ganar su libertad y la de sus amigos.