El originario de Jalisco, Sergio Pérez, remontó desde la zona de boxes hasta la quinta posición de la carrera, una actuación que le valió el nombramiento de piloto del día en una jornada donde su compañero Max Verstappen finalizó segundo.
Pérez vivió un momento de drama cuando su coche se apagó en la vuelta de formación del GP de Bahréin. En ese instante un letrero de Fail (Fallo) apareció en el volante de Checo que se quedó sin energía, una situación que aún no encuentra explicación dentro de Red Bull Racing.
"Es un día positivo para el equipo", dijo Pérez a los medios de comunicación en el circuito de Sakhir. "Fue una locura. Yo venía calentando los neumáticos y todo se apagó. Estaba a punto de bajarme del auto, pero desconecté el volante y lo volví a poner y fue cuando escuché a mi ingeniero hablar por la radio. Entonces logramos seguir adelante".
El mexicano remontó hasta colocarse dentro de los cinco primeros, un resultado que lo ubica en el quinto puesto del campeonato de pilotos con 10 unidades.
El jefe de la escudería Red Bull, Christian Horner, dijo a la cadena británica Sky Sports F1 que la actuación de su nuevo piloto fue destacada.
“Me tengo que quitar el sombrero ante Sergio, porque tuvo una gran recuperación saliendo desde el carril de pits.
"Tuvo un problema en la vuelta de calentamiento, pero mantuvo la cabeza fría y perdimos toda la comunicación con el coche. Él tomó el control de la situación y logró reiniciarlo. Su recuperación fue muy fuerte”.
Para Pérez era vital completar esta carrera por los kilómetros necesarios para continuar su adaptación con el RB16B.
"Poder hacer esos kilómetros de hoy valió la pena, los necesitaba. Cada vez que doy más vueltas en el auto estamos haciendo un click con todo".
FCM