El piloto inglés Lewis Hamilton consiguió la victoria en el Gran Premio de Emilia Romagna, sumando así una nueva pista a su lista de logros al imponerse en el trazado de Imola. Con este éxito alcanzó las 93 victorias en la Fórmula 1.
Pero su victoria también significó que Mercedes logró un nuevo campeonato de constructores, el séptimo de forma consecutiva.
La carrera en Imola se convirtió en un desfile ante las dificultades para conseguir adelantamientos, pero hubo acciones en pista en la parte delantera que brindaron emoción a la carrera, especialmente en el final.
Valtteri Bottas aprovechó su pole position, pero Hamilton administró mejor su neumático y prolongó su única detención en comparación con su compañero en Mercedes. Cuando el inglés ya tenía 27 segundos de ventaja tras la detención del finlandés, un safety car virtual le ayudó a realizar su única detención sin dificultades.
Bottas cayó al tercero cuando tuvo una ligera salida en pista y Max Verstappen aprovechó para mandarlo al tercero.
Pero la carrera cambió en los últimos 20 giros. Verstappen sufrió una pinchadura de su neumático trasero derecho lo que provocó el abandono del integrante de Red Bull Racing. El incidente obligó a la salida del Safety Car y promovió a Pérez a la tercera posición.
Bottas y Pérez fueron rápido a los pits para colocar neumático blando. El finlandés retuvo el segundo lugar, pero el mexicano descendió al séptimo, aunque esperaba que en rearranque aprovechara las gomas para atacar a Daniel Ricciardo, Charles Leclerc y Alexander Albon, todos ellos con neumáticos duros de más de 40 vueltas de uso.
Pero un accidente de George Russell, Williams, prolongó el coche de seguridad y solo dejó seis vueltas finales, suficiente para que Ricciardo y Leclerc protegieran su posición.
Pérez adelantó a Albon para tomar el sexto, pero no pudo hacer más para ir sobre Leclerc. La próxima carrera del calendario es el Gran Premio de Turquía.