Tras las explosiones por un ataque terrorista de los Houthis a una instalación petroquímica en Yeda (a 16 kilómetros del circuito urbano del Gran Premio de Arabia Saudita), Helmut Marko dijo un muy desafortunado comentario en la que comparó este suceso con la vida en México.
"Max (Verstappen) está un poco más relajado al respecto. (Checo) Pérez está un poco asustado, pero vivir en la Ciudad de México no es mucho más seguro", fue la polémica declaración que dio el asesor de Red Bull Racing en entrevista con Sky Sports Alemania. Las reacciones no se han hecho esperar, incluso preguntándose la relación de Arabia Saudita como para sacar a relucir esa perspectiva de la capital mexicana.
Fue un misil el que atacó una instalación de Aramco, uno de los patrocinadores de la Fórmula 1. Dada la cercanía de la pista con el lugar de los hechos, se podía presenciar una nube negra en el cielo, incluso el olor llegaba allá y algunos creyeron que sus monoplazas estaban incendiándose, hasta que se percataron de todo lo que sucedía cerca de su ubicación.
"No nos afectó directamente. Max nos envió un mensaje de radio, porque pensó que su coche estaba en llamas porque había un intenso olor a quemado... Luego comprobamos todos los datos y no era eso, pero sí se notó el olor a quemado de la explosión", complementó Marko.
A raíz del atentado, la segunda sesión de prácticas libres se retrasó e incluso se reunieron directores de equipo con pilotos y directivos para analizar la situación. Finalmente se reanudaron actividades con poco más de un cuarto de hora de retraso.
En la segunda práctica, Sergio Pérez terminó con un mejor tiempo de 1:30.360, a 0.286 milésimas del piloto monegasco de Ferrari Charles Leclerc (1:30.074), mientras que su compañero Max Verstappen (+0.140s) y el también tifosi Carlos Sainz Jr. (+0.246s) estuvieron al frente del piloto mexicano.
FCM