Hoy se cumplen 20 años de que Brasil consiguió su quinto campeonato en la Copa del Mundo de Corea y Japón de 2002. Fue un 30 de junio de 2002 cuando la Canarinha derrotó a Alemania en el Estadio Internacional de Yokohama.
Fue gracias a un doblete de Ronaldo Nazário, a los minutos 67 y 79, que la Verdeamarelha se convirtió en pentacampeona, aunque desde entonces, la historia ha sido muy diferente para los sudamericanos: hemos tenido cuatro Mundiales más y el mismo número de campeones europeos: Italia (Alemania 2006), España (Sudáfrica 2010), Alemania (Brasil 2014) y Francia (Rusia 2018).
Lo más cerca que ha peligrado la hegemonía europea en una Final fue en 2014, cuando la Argentina de Lionel Messi no pudo contra la selección teutona. Desde entonces, Brasil no ha vuelto siquiera a la final, además de que vivió uno de sus episodios más oscuros en el proceso, cuando Alemania los goleó 7-1 en semifinales.
El camino rumbo a Corea-Japón 2002
Tras perder la final de Francia 1998, quedaba claro que Brasil necesitaba un cambio. Zagallo dejó de ser seleccionador y Vanderlei Luxemburgo tomó su lugar. Con él comenzaron a aparecer nuevas caras como Dida, Alex y Ronaldinho, además de que ganaron la Copa América 1999, pero perdieron la Confederaciones ante México.
Pero la historia fue sufrida en las eliminatorias mundialistas, las peores en la historia de Brasil. Acostumbrados a siempre estar en la cima, los cariocas llegaron a estar en el quinto puesto, pero fue despedido cuando Brasil cayó ante Camerún en cuartos de final del torneo olímpico de Sidney 2000.
Emerson Leão entró de interino y luego Luis Felipe Scolari tomó la batuta y, tras un camino de altas y bajas, Brasil evitó la catástrofe al calificarse en la última jornada con el tercer boleto de Conmebol, al culminar con 30 puntos, con nueve victorias, tres empates y seis derrotas, además de que su diferencia de goles (+14) le benefició sobre Paraguay (+6) para evitar el cuarto puesto.
Uruguay, con 27 unidades y +6 en la diferencia de goles, logró el repechaje, mientras que Colombia, con +5 en su diferencial, se quedó sin Mundial. Gracias al triunfo 3-0 de Brasil sobre Venezuela, junto con el empate 1-1 de Uruguay ante Argentina y la derrota de Paraguay ante Colombia (0-4), la Canarinha evitó la eliminación.
Ronaldo, la clave
Ahí comenzó el camino de Brasil, su reivindicación. Scolari ya tenía en la delantera a Rivaldo y Ronaldinho, pero también deseaba a Ronaldo Nazário, quien generaba dudas tras pasar dos años entre lesiones. Le dio el beneficio de la duda a un recuperado Fenómeno, al meterlo en su lista de 23 elegidos.
El comienzo fue difícil: en el primer partido de fase de grupos, Hansan Sas puso por delante a Turquía, pero Ronaldo la empató en la segunda mitad. Un polémico final a favor de Brasil se marcó a cinco minutos del final, al señalarse un agarrón sobre Luizao. RIvalo anotó desde los 11 pasos y Brasil debutó, pero aún había dudas sobre su desempeño.
Ante China, Brasil se reivindicó: Roberto Carlos anotó con un tiro libre al cuarto de hora y Rivaldo duplicó la ventaja a la media hora tras un centro efectivo de Ronaldinho. Tanto Ronaldinho como Ronaldo anotaron para finiquitar el 4-0 sobre China y asegurar la clasificación. El último partido ante Costa Rica fue de trámite: doblete de Ronaldo y tantos individuales de Edmílson, Rivaldo y Júnior, mientras que Paulo Wanchope y Rónald Gómez solo anotaron los de los descuentos.
El partido de octavos de final no fue sencillo: Bélgica casi pega primero, pero le anularon el gol a Wiltmots. Brasil se salvó por la grana actuación de Marcos en la portería, mientras que Rivaldo y Ronaldo pusieron los goles del triunfo (2-0).
Para cuartos de final, Michael Owen adelantó a Inglaterra a los 23 minutos, antes del descanso, una descolgada de Ronaldinho acabó en un tanto de Rivaldo para el 1-1. Cinco minutos después de que se reanudó el partido en el segundo tiempo, Ronaldinho mandó una parábola que acabó en gol. Aunque fue expulsado, Brasil terminó por eliminar a los Tres Leones.
Revancha y gloria
El reencuentro en semifinales fue con Turquía, la selección que exhibió una versión porosa de Brasil. El reto fue mayúsculo, pues Ronaldinho no podía jugar ese partido por su tarjeta roja vista ante Inglaterra. No fue sino hasta la segunda parte que, tras una toma y daca, Brasil abrió la pizarra cuando Ronaldo se llevó el balón y acabó la jugada con un zapatazo fulminante. Así, por la mínima, Brasil avanzó a la Final.
Ya fue en Yokohama cuando Brasil y Alemania, los dos equipos del Mundial se vieron las caras. A la mitad del segundo tiempo, Ronaldo recuperó un balón en territorio rival y Rivaldo mandó un riflazo que Oliver Khan no pudo quedarse. Fue ahí que el Fenómeno vio el rechace alemán y anotó el 1-0. Con 10 minutos por jugar, Rivaldo asistió a Ronaldo, quien colocó el segundo tanto y su octavo gol de dicho Mundial.
Aquella selección que casi no calificaba a Corea-Japón, se convirtió en la más ganadora de la historia. Pero han pasado 20 años, y siguen con cinco títulos.
OMCS