Por fin terminó la espera del futbol, pues la Bundesliga regresó a la actividad tras dos meses sin partidos por el parón debido a la pandemia del covid-19, aunque la vuelta no fue la misma, ya que se tuvieron que aplicar protocolos para evitar la propagación del coronavirus.
Gracias a un grupo de médicos avalados por las autoridades alemanas, fue que la jornada 26 reinició actividades y con ello pudimos apreciar varias medidas de seguridad jamás vistas en el deporte, pues fueron parte del plan para reanudar la liga alemana, entre ellos, el jugar a puerta cerrada.
Los 11 futbolistas de cada equipo pisaron el césped por separado, al igual que los árbitros, quienes en ningún momento compartieron el túnel del estadio, además de usar cubrebocas en todo momento a excepción del instante en que sonó el silbatazo inicial del encuentro.
En esta ocasión no hubo el tradicional protocolo en la cancha, donde los jugadores se toman la fotografía previo al arranque del partido y tampoco existió el saludo entre ambos equipos.
Por parte de las bancas, todos los jugadores utilizaron en mascarillas de protección, además mantuvieron un metro de distancia entre cada uno.
Los silbantes de cada encuentro fueron los últimos en saltar a la cancha y evadieron todo contacto con los 22 miembros correspondientes de cada escuadra.
Al momento de las celebraciones, ningún futbolista festejó pudo abrazar a sus compañeros, pero no por eso se dejó de lado el poder gritar y ser creativos para poder hacerlo junto a los demás integrantes del equipo; aunque, algunos jugadores se olvidaron del protocolo al tener contacto.
Por el lado de los medios de comunicación, pudieron estar en la tribuna también manteniendo la distancia y con uso de cubrebocas todo el tiempo.
Cabe mencionar que las conferencias con los técnicos al finalizar los partidos serán virtuales, esto para eludir cualquier riesgo de contagio de covid-19.
ZZM