El año nuevo trae, a veces, consecuencias favorables para el que lo desea y lo trabaja. El caso de Javier Hernández, sumergido en una crisis de gol desde hace un tiempo y relegado a la suplencia del modesto West Ham, pareciera que requiere de esta clase de fortuna. Chicharito acumula un declive que pareciera natural y propiciado por varios factores, entre desconfianza de sus capacidades por cuenta de los entrenadores y los cambios que ha sufrido de equipo a lo largo de los más recientes tres años. Para el 2019 se abre una incógnita: ¿Cambiará su suerte?...
El 2018 arrojó para Hernández Balcázar conclusiones no tan favorables. Chicharito cerró el año con nueve tantos, divididos en el broche de la temporada pasada y el arranque de la actual. Aunque recaló en el West Ham con la intención de recobrar los brios y protagonismo de antaño, su paso con los Hammers ha sido con claroscuros. Los doce anteriores meses también representaron su menor cuota en Europa, desde que partió al Viejo Continente a mediados del 2010. Por si fuera poco, le han perseguido distintas lesiones.
No ha sido el mejor rendimiento de Hernández. De hecho, si se hace la comparativa de año tras año en el Viejo Continente, ha quedado muy lejos de los 24 tantos que logró en el 2015, repartidos entre el Real Madrid y su primer semestre con el Bayer Leverkusen. Al año siguiente logró firmar 14 dianas, en todas las competencias con los teutones y 10 más en el 2017, de nuevo finiquitados entre la escuadra alemana y el West Ham. “Cambié de equipo, primero, porque se interesaron en mí, después, porque deseaba un reto como la Premier League”, llegó a decir.
El único gran inconveniente es que parece que la Liga inglesa ha quedado grande a la expectativas que Hernández tenía a su retorno. Primero acusó recibo de poca actividad, la temporada pasada con David Moyes en el banquillo, un viejo conocido que no gustaba de su estilo y con el que había tenido diferencias en el Manchester United; a pesar del cambio de timón y llegada de Manuel Pellegrini, la actividad del Chicharito no mostró grandes cambios. El mexicano requiere de un revulsivo, como el que él representaba en sus buenos tiempos.
En todo lo que va de la campaña vigente, Chicharito ha completado los 90 minutos con los Hammers una sola vez. Lo hizo el primero de diciembre ante el Newcastle, día en el que marcó doblete. De hecho, en lo que respecta a la actividad de Liga, Javier suma trece apariciones, cuatro anotaciones y dos asistencias. Su temporada ha sido meramente anecdótica. En lo que respecta a la Copa de la Liga, presenció dos encuentros, marcando una ocasión, ante el Wimbledon. En esta justa, los de Pellegrini fueron eliminados por el Tottenham.
Hay dos soluciones viables para Javier Hernández: paciencia, y esperar al verano para renegociar su salida del West Ham a algún destino donde la confianza en sus servicios sea mayor, o bien, hacerlo ahora, justo cuando el mercado de invierno está abierto y los rumores de la prensa internacional indican que el mayor interés viene desde España. Esta misma semana, Diario Marca publicó un par de notas en las que aseguraba que Chicharito tendría pie y medio en el Valencia, con el que ya hay un preacuerdo desde Londres. Sevilla y Betis, también en la puja.
Sin suerte en Londres
Javier Hernández se convirtió en el tercer futbolista mexicano en militar en las filas del West Ham, equipo que antes tuvo como emisarios nacionales a Guillermo Franco, argentino naturalizado y a Pablo Barrera, en su primera experiencia europea, después de Sudáfrica 2010. El pampero marcó seis tantos y dio tres asistencias a lo largo de un año, mientras que el habilidoso extremo solo estuvo seis meses con el cuadro estelar, ya que el resto de su única campaña en Londres, la pasó con la reserva del club.