El peor año europeo de 'Chicharito'

A inicios de abril del 2010, en una breve presentación desde Manchester, Jorge Vergara oficializó el traspaso más relevante del futbol mexicano en años recientes. Al lado de Sir Alex Fergusson, el propietario de las Chivas anunciaba el traspaso de Javier Hernández al Manchester United. Con 22 años y condiciones ya mostradas en el balompié local, el panorama para el centro delantero lucía inmejorable. Ubicarse en la élite de Europa, con la posibilidad de hacerse de un sitio con base a su calidad, parecía el proceso natural y a seguir para el Chicharito.

Hoy, esa imagen del chico con peinado a rape luce muy lejana. La realidad e Hernández Balcázar no es la de antes. En las filas del West Ham, que peleará una temporada más por su permanencia en el máximo circuito inglés, contrario a los títulos por lo que sí contendía con los Red Devils, Javier ni siquiera es inamovible del cuadro de Manuel Pellegrini, que aún así, previo al arranque de esta temporada destacó sus condiciones: "Es un gran definidor, que sin duda será contemplado; como todos, deberá mostrar sus condiciones para ganarse un sitio", advirtió el timonel chileno.

Con apenas dos encuentros disputados y en vísperas del duelo ante el Arsenal, el escenario inmediato del Chicharito es desfavorable. En todo lo que va del 2018 con el West Ham suma 17 encuentros, todos de Liga y cuatro anotaciones, a falta de poco más de cuatro meses para que concluya la actividad en la Premier League. Es, sin duda, el peor año futbolístico de Hernández desde que arribó al Viejo Continente. Ni siquiera en sus primeros seis meses con el Manchester United (2010-11) registró tan poca actividad y anotaciones a su cuenta. Son tiempos difíciles para el atacante mexicano.

De hecho, sus números reflejan una declive natural. Solo en 2014, cuando perdió la titularidad en el United de David Moyes y pasó los segundos seis meses en el Real Madrid, Hernández registró menos de 10 goles en Europa, fueron nueve entre ambos clubes. Un año más tarde, en 2015, entre el cierre de su etapa en España y el comienzo de otra con el Bayer Leverkusen, en Alemania, Javier participó en 46 cotejos y marcó 24 veces. Estaba encendido. Aquel momento es muy distinto al actual. A partir del 2016, comenzó la marcha descendente de Chicharito.

En los últimos dos años y ocho meses, Hernández ha marcado 27 anotaciones y aunque pareciera que el número no es menor, si se toma en cuenta que ha tenido acción en 89 encuentros a nivel de clubes, entre el Leverkusen y el Wets Ham, las cifras muestras que Javier festeja gol cada 4 partidos, situación que complica su titularidad en la máxima competencia de Europa. Esto se refleja con los Hammers y Pellegrini. Sin dejar de mencionar la continua competencia que el propio Chicharito tiene en el actual plantel, donde el timonel chileno se ha decantado por otros.

La temporada no ha comenzado de la mejor manera para el West Ham. Dos derrotas en los primeros dos partidos para el cuadro londinense apresuran tiempos para los de Pellegrini y las rotaciones en diferentes posiciones se vuelven cotidianas para que el equipo levante. Contra el Liverpool, en Anfield, con un 4-0 en contra, los dirigidos por el estratega chileno padecieron a nivel defensivo; Chicharito ni siquiera comenzó el encuentro como titular y salió del banquillo al segundo tiempo, para tratar de componer el aparato ofensivo, al lado del nueve fijo en los Hammers: el austriaco Marko Arnautovic.

El segundo encuentro de Liga, ante el modesto Bournemouth, en casa, ofrecía mayor expectativa sobre el desempeño a desahogar. Chicharito saltó al campo del estadio Olímpico de Londres, de nuevo junto a Arnautovic; con un planteamiento agresivo, los pupilos de Eddie Howe brindaron sorpresa, al arrebatarle tres puntos en el papel sencillos a los Hammers, con un 1-2 en el marcador. En lo individual, Hernández consiguió que le marcaran un penal, pero una vez más, el '7' austriaco se llevó los reflectores, pidió el balón y consiguió el tanto de la diferencia mínima.

Es un escenario complicado para Javier Hernández, quizás el de mayor grado de dificultad desde aquel abril del 2010, cuando, sonrisa de por medio, emigró a Europa con todo el futuro positivo por delante. Con los 300 encuentros recién rebasados en la élite del Viejo Continente y la barrera de los 100 tantos ya rebasada, parece que su rendimiento comienza a cobrar un destino diferente al que tenía acostumbrados a todos. Chicharito aún tendrá un cierre de temporada que podría cambiarle el rumbo, por uno mejor, a sus estadísticas. Hoy, frente al Arsenal, podría iniciar un mejor escenario.