En la ciudad de Guichen, en Francia, crearon un nuevo campo de futbol sintético a base de huesos triturados de aceituna, la cual albergará diversos partidos y torneos de las competencias del país, con el fin de promover alternativas amigables para el ambiente dentro del deporte.
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El uso de huesos de aceituna es presentado por sus defensores como una alternativa ecológica a los granulados de neumático reciclado utilizados habitualmente para rellenar los céspedes sintéticos.
"El hueso de aceituna es un producto neutro que no presenta ningún riesgo para la salud y el medio ambiente", estimó Régis Paillard, maestro de obra de los trabajos."A diferencia del caucho, ninguna emisión tóxica puede escaparse, sea en caso de lluvia o de roce con la piel de un jugador", añadió.
"Reflexionamos sobre lo que será de nuestros terrenos de juego en el futuro. Hay que pensar en los que vendrán detrás de nosotros", explicó Robert Jobard, director general de Sportingsols, empresa dedicada a esos acondicionamientos.
Jérôme Cognet, concejal de deportes de esta comuna de cerca de 9.000 habitantes, afirma que esa opción "reúne la virtud ecológica y la comodidad en el juego", aunque precisará de un "pequeño tiempo de adaptación para los futbolistas".
Pero existen otras soluciones de relleno también ecológicas, como el corcho. "Es un material más volátil, hay que añadirlo cada año", explica Jobard.
Las superficies de césped artificial están prohibidas en la Ligue 1 y en la Ligue 2 francesas desde la temporada 2017-2018, pero siguen autorizadas en las categorías inferiores.
RGS