Tras llegar esposado a la corte, el ex presidente del Barcelona, Sandro Rosell, compareció el lunes en el primer día de su juicio por lavado de dinero, en relación con la venta de derechos televisivos para partidos de la selección nacional de Brasil.
Rosell, quien fue ejecutivo de Nike en Brasil y presidió el Barsa de 2010 a 2014, está acusado de apropiarse indebidamente de dinero procedente de la venta de derechos de transmisión televisiva para partidos de Brasil, así como de un contrato de patrocinio entre Nike y esa selección.
Enfrenta también cargos de formar parte de una organización delictiva.
Rosell permanece bajo custodia desde hace 21 meses, cuando se le arrestó. Niega haber cometido algún acto ilícito.
Agentes policiales le quitaron a Rosell las esposas dentro del juzgado, pero se las colocaron de nuevo cuando se marchó para un breve receso durante el juicio.
No habló ante el juez en la jornada, pero se espera que sea interrogado esta semana.
Los abogados de Rosell volvieron a pedir su liberación, tras considerar injusto que permanezca retenido durante tanto tiempo sin que se le haya declarado culpable de delito alguno.
Varias peticiones de liberación fueron rechazadas, dado que los jueces consideraron que existe el riesgo de que Rosell se fugue, gracias a sus relaciones en el extranjero.
La defensa ha señalado también que hay irregularidades en el procedimiento, que deberían desembocar en la anulación de algunas evidencias presentadas contra su cliente. Argumentan además que la corte en Madrid no está plenamente facultada para atender el caso.
Los fiscales españoles solicitan una sentencia de 11 años de prisión para Rosell, además de una multa de casi 60 millones de euros (68 millones de dólares).
La esposa de Rosell y otros cuatro individuos han sido acusados también en el caso.
Las acusaciones no se relacionan directamente con la presidencia de Rosell en el Barcelona.
De acuerdo con los fiscales, Rosell ayudó a lavar casi 20 millones de euros (22 millones de dólares) relacionados con las comisiones de los partidos de Brasil, durante el tiempo en que Ricardo Teixeira presidió la Confederación Brasileña de Futbol.
Teixeira, otrora miembro del comité ejecutivo de la FIFA, fue acusado por autoridades estadunidenses en 2015, como parte del escándalo de corrupción que estremeció el máximo organismo del futbol mundial.
Se espera que el juicio de Rosell dure 10 días, con distintas sesiones que se extenderían hasta marzo.
Rosell, de 54 años, estuvo involucrado también en un caso relacionado con la transferencia de Neymar del Santos al Barcelona en 2013. Los cargos de corrupción se interpusieron después de que un grupo de inversionistas en Brasil indicó que había recibido una compensación menor porque parte de la cuota de transferencia de Neymar fue ocultada por los involucrados.