La sonrisa irónica de Jürgen Klopp se asoma siempre que puede, da gusto escuchar al entrenador alemán, que se toma muchas cosas con la seriedad debida y otras tantas con un humor que cautiva. El buen Jürgen no deja de causar impresiones buenas y malas impresiones, pero en su carrera dentro del banquillo ha sabido levantarse de las derrotas y fuera de los mismos ha dejado algunas curiosidades.
Su injerto de cabello
Allá por 2013, cuando era entrenador del Borussia Dortmund, Klopp empezaba a perder cabello, algo que no estaba dispuesto a tolerar y por ello recurrió a un trasplante de cabello propio, pero no fue algo que ocultara, de hecho recurrió a su peculiar desenfado y lo anunció a los medios de comunicación y hasta soltó una frase en el diario Bild. “Sí, me he trasplantado cabello. El resultado ha quedado molón, ¿eh?”, admitió.
Comentarista
Sí, Jürgen se pasó del lado de la prensa cuando fue comentarista de la televisión alemana y hasta comentó partidos de la selección alemana que fue local en el Mundial de 2006, en dichos encuentros ejerció de buen crítico, aportó desde lo táctico y lo técnico, pero cuentan que no faltaron alguno que otro comentario picante para lo que veía en el campo de juego.
Instinto de supervivencia
En el banquillo del Mainz (2004) hubo una pretemporada en la que tuvo una elección peculiar, se llevó a su equipo a los trabajos a un lago de Suecia en el que no había recursos para proveer de alimentos a los jugadores, quienes tuvieron que aprender a buscar sus propios alimentos sobre todo subiendo a canoas para pescar y cortar leña para cocinar la pesca, además de encontrar la manera de combatir a los mosquitos. La lección que le transmitió a sus jugadores fue “nadie nos va a regalar nada”.
Reflexión
Hay personas que toman la derrota como algo natural del futbol, muchos hablan de pasar página después de caer en un partido. La herida puede tardar mucho o poco en sanar. Lo más común cuando un equipo pierde es salir cuánto antes a casa, pero en 2015, cuando Klopp dirigía al Borussia, cayó eliminado por la Juventus en el duelo de vuelta de los octavos de final de la Champions, perder 0-3 en su propia casa le dolió tanto a Jürgen que esperó hasta la salida de todos los aficionados y jugadores para regresar a su casa, pero lo hizo solo y caminando por las calles de Dortmund, un largo camino a casa para repasar los detalles de la derrota, dejando a lado la comodidad del camión y sentir el dolor del hincha en carne propia.
Tecnología
Si bien el futbol ha evolucionado y hoy todos los equipos poseen departamentos de tecnología, Jürgen lleva años implementándola, de hecho, es fiel creyente de ella y sus fichajes dependen más de los resultados que arrojen los estudios de datos que de la calidad que se hable en el exterior de un jugador, puede llamarse Messi, Mbappé o Cristiano, si no es un jugador que vaya a contribuir a su ideología según las estudios tecnológicos no lo fichará, aciertos no le han faltado, para muestra Mohamed Salah o Luis Díaz.
FCM