La pasión que se vive en el futbol se transmite de la cancha a las tribunas y de ahí a las calles. En Argentina, los hinchas se caracterizan por ser fieles amantes del balompié pero a veces ese fanatismo rebasa límites.
En diciembre de 2014, el futbolista de 33 años, Franco Nieto falleció a causa de un fuerte golpe en la cabeza que recibió cuando se dirigía a su carro tras terminar un partido celebrado entre Tiro Federal y Chacarita, en la liga de la ciudad Aimogasta.
Esta historia, marcó la historia del futbol argentino con tinta roja y, hasta la fecha sigue vigente como recordatorio de los límites que debe tener la pasión por el deporte.
¿QUÉ PASÓ?
Tiro se medía a Chacarita y aventajaba el partido por 3-1 cuando -a 15 minutos del final- se armó una bronca en el terreno de juego que terminó con ocho jugadores expulsados; tres de Federal y cinco más de los rivales, por lo que el árbitro decidió suspender el partido.
Ante ello, los ánimos se encendieron entre las porras y algunos aficionados decidieron encarar de manera violenta a los jugadores cuando éstos se retiraban de la cancha.
Franco Nieto salió del estadio junto a su esposa e hija -de un año- y se dirigieron hacia su automóvil cuando un grupo de barras bravas de Chacarita lo interceptaron y comenzaron a golpearlo. Le dieron puñetazos y patadas hasta que un hincha le golpeó la cabeza con una piedra; el jugador fue llevado al hospital en estado grave y murió a la mañana siguiente.
Pablo Nieto, primo del futbolista, habría declarado para Canal 13 que Franco había sido atacado de manera constante durante el partido hasta que se produjo la expulsión y -posteriormente- la cancelación del partido.
Las investigaciones posteriores arrojaron que el autor del golpe fue un menor de 17 años. Ante lo ocurrido, se suspendió el campeonato y se realizó una manifestación para protestar por la muerte de Franco Nieto y la erradicación de la violencia en el futbol.
FCM