Holanda tiró de épica este jueves para meterse en la Final de la Liga de Naciones tras imponerse 3-1 a Inglaterra en la prórroga de una intensa semifinal en el estadio Afonso Henrique de Guimaraes.
Marcus Rashford abrió el marcador para Inglaterra, al transformar un penal (32), antes de que Matthijs de Ligt hiciera el 1-1 de cabeza (72), que Kyle Walker marcara en propia puerta (97), ya en la prolongación, poniendo el 2-1 para Holanda, y que Quincy Promes lograra el 3-1 definitivo (113).
Inglaterra vio también como el videoarbitraje llevaba a anular un gol de Jesse Lingard (83), que hubiera supuesto el 2-1 para la selección británica y hubiera podido cambiar el rumbo del encuentro.
Los holandeses se medirán en la Final a Portugal, vencedor la víspera de Suiza en la primera semifinal (3-1).
Los Orange se tomaron cumplida venganza de la derrota en el amistoso disputado en marzo de 2018 contra los Tres Leones en Ámsterdam para tener al alcance el que sería su primer trofeo internacional desde la Eurocopa de 1988.
La tormenta que cayó durante la tarde en Guimaraes se reprodujo sobre un terreno de juego húmedo y rápido con dos selecciones volcadas hacia la portería contraria.
Holanda fue la primera en avisar con un disparo en el área de Steven Bergwijn que detuvo el meta Jordan Pickford (8).
Los Orange tuvieron más el control del balón con Frenkie de Jong bien plantado en el centro del campo distribuyendo el juego hacia las bandas por donde los holandeses trataron de alcanzar al área contraria.
Con la garantía atrás de un Virgil Van Dijk convertido en un muro en el que se estrellaban los atacantes contrarios, Holanda no dudó en irse hacia adelante.