El portugués José Mourinho, técnico del Manchester United, que celebró el triunfo 2-1 de su equipo en el campo del Juventus en la Liga de Campeones llevándose la mano a una oreja y desafiando a la afición rival, admitió este miércoles que con la mente fría no haría ese gesto aunque subrayó que fue insultado "los 90 minutos".
"Me insultaron durante los 90 minutos y vine aquí para hacer mi trabajo, nada más. No ofendí a nadie, solo hice el gesto que quería escuchar algo más (referido a los insultos)", afirmó Mourinho al acabar el partido en declaraciones a la cadena italiana "Sky Sport".
"Si hubiera estado frío no lo habría hecho, pero solo vine para hacer mi trabajo y la gente insultando a mi familia y a la interista, eso no es bueno y reaccioné de esa manera", prosiguió el portugués, considerado como un "enemigo" por la afición del Juventus a causa de su pasado al mando del histórico rival Inter.
Más allá de ese gesto, que fastidió a algunos jugadores "bianconeri", Mourinho se alegró por la capacidad de su United de rendir a su "máximo nivel" contra un Juventus que el portugués cree superior.
"Nuestro partido fue de alto nivel, jugamos al máximo nivel. No podemos ser mejores que esto. Ganamos contra un equipo que juega con objetivos distintos que los nuestros a todos los niveles. (La victoria fue) una suerte que buscamos, porque hicimos un partido muy positivo", dijo.