Alavés recibió al Barcelona en la jornada 8 de La Liga en un encuentro muy parejo que terminó empatado (1-1) gracias a las grandes actuaciones de Fernando Pacheco, portero del conjunto local.
Durante el encuentro, el astro argentino Lionel Messi -que de momento solo ha convertido cuatro goles de penalti en la campaña- desquitó su frustración de ir abajo (momentáneamente) en el marcador y un agarrón y quiso agredir al árbitro del encuentro, Alejandro José Hernández Hernández, con un pelotazo.
La acción de Messi provocó que el colegiado le mostrara una tarjeta amarilla al 39' por 'protestar'; sin embargo, muchos medios españoles aseguraron que si no hubiera sido el astro argentino, Hernández Hernández habría expulsado a quien hubiese pateado el balón.
"Debió ser expulsado incluso si la pelota no golpeara a Hernández Hernández. Con su acción quiere intimidar al árbitro y eso merece la roja directa", señaló Andújar Oliver en Marcador de Radio Marca.
El encuentro terminó 1-1 por lo que el Barcelona culminó la octava fecha en el lugar 12 de la tabla con tan solo ocho puntos; mientras que el Alavés quedó en el peldaño 13.
EML