La superstición y el deporte no son temas ajenos. Mucho se ha hablado sobre las cábalas de algunos jugadores, entrenadores o directivos de diversas disciplinas para lograr buenos resultados, sin embargo hay varios que sobrepasan los límites de lo deportivo, como el que se dio en el futbol de Ruanda -en África-. donde incluso se llegó a hablar de brujería.
El hecho en cuestión tuvo lugar en diciembre de 2016, durante el duelo entre Mukura Victory y Rayon Sports, en la novena jornada del torneo en curso de la Premier League de Ruanda, mismo que terminó con el marcador empatado por 1-1.
¿BRUJERÍA?
Los videos que circularon en redes sociales causaron desconcierto entre los espectadores, pues se aprecia -en primera instancia- al guardameta local agacharse y tocar cada una de las esquinas de los postes de su portería, lo que podría parecer una cábala común y corriente.
Sin embargo la polémica vino después cuando un delantero del equipo rival aprovechó que el portero estaba siendo atendido para acercarse a uno de los postes de la portería, tomar algo del césped y aventarlo.
Minutos más tarde, volvió a aprovechar un descuido del portero para acercarse al otro poste y realizar la misma acción; el futbolista fue amonestado por el árbitro ante el desconcierto de los presentes.
Lo curioso vino al analizar la situación. En el minuto 39, el delantero Moussa Camara remató de cabeza en una oportunidad clara de gol, sin embargo el esférico se estrelló en el travesaño impidiéndoles el empate, todo esto antes de que él mismo retirara los objetos de la portería.
Una vez que quitó los objetos que había colocado el guardameta en su arco, el mismo Camara remató nuevamente en una jugada casi idéntica, solo que en esta ocasión el esférico sí terminó en el fondo de la red.
La situación causó polémica e incluso se acusó al portero del Mukura Victory de haber realizado hechicería con los objetos que había colocado en cada uno de los postes del arco, que en realidad se trataba de dos monedas nacionales.
LA SANCIÓN
Dada la situación, lo ocurrido fue interpretado como brujería, lo cual no era nuevo en el futbol de Ruanda, por lo que la Federación optó por imponer una multa de 100 mil francos ruandeses (cerca de 122 dólares) a los jugadores que realicen hechizos, así cómo 200 mil francos ruandeses a los entrenadores que hagan dicha acción.
Cabe destacar que en el reglamento está incluida la prohibición de la brujería.
FCM