En la historia del futbol han existido muchos marcadores sorprendentes, actos de corrupción, situaciones extrañas, entre muchos otros factores que terminan determinando un resultado.
En Madagascar, en el Campeonato Nacional se disputaba la liguilla entre cuatro equipos para decretar al ganador. El SO de l'Emyrne venía de perder todas las opciones de ganar el título luego de empatar 2-2 con un polémico penal.
El equipo, entrenador y público protestaron ante ello pero el árbitro Razafintsalma mantuvo su decisión.
Para la última jornada el SO de l'Emyrne disputaría la última jornada frente al AS Adema y -pese a la polémica que se había dado anteriormente- el árbitro del encuentro sería el mismo.
El partido arrancó pero no tardó en llegar la polémica; el silbante y el entrenador del SO de l'Emyrne comenzaron a discutir por una nueva polémica decisión arbitral, ante lo que el estratega ordenó a sus jugadores marcar goles en propia puerta. Y así fue.
Tras cada gol marcado, los jugadores colocaban el esférico en el centro del campo para volver a llevarlo hasta su propia portería; terminaron con un marcador de 149-0 en contra.
Ante lo sucedido, el público abandonó el estadio y pidió la devolución de sus entradas, mientras que el entrenador recibió tres años de sanción y los jugadores implicados: Mamisoa Razafindrakoto (capitán), Dominique Rakotonandrasana (portero), Manitra Andrianaina Nakata y Rakotoarimanana Tolojanahary, recibieron uno.
Sin embargo no todo fue malo, pues el suceso dio pie a que se investigara lo ocurrido y culminó con la destitución de René Ndalana, Ministro de Deportes, por corrupción arbitral.
FCM