El Inter de Milán no pasó del 1-1 en el campo del Lecce y ofreció al Juventus la posibilidad de reforzar su liderato, en una vigésima jornada de la Serie A italiana.
Al técnico Antonio Conte se le atragantó su regreso a Lecce, la ciudad donde nació, en un partido en el que la afición local le dirigió una larga serie de insultos por su pasado en el Bari, odiado rival del equipo sureño.
El Inter sufrió ante la organización defensiva del Lecce y, pese a adelantarse en el minuto 72 con un cabezazo del defensa Andrea Bastoni, recibió la igualada local firmada por Marco Mancosu apenas cinco minutos después.
La defensa del Lecce logró anular a la pareja ofensiva interista, en la que ni el belga Romelu Lukaku ni el argentino Lautaro Martínez, autores de 14 y 10 goles ligueros en este curso, respectivamente, pudieron ver puerta.
Y eso que el Lecce tuvo opciones de salir del duelo con tres puntos, de no repeler el exterior de un poste una excelente falta directa lanzada por Filippo Falco.