"Esto sólo pasa una vez en la vida. Es uno de los mayores fichajes de la historia", cuenta Johlan Slama, un estudiante llegado junto a un amigo al estadio del PSG para esperar a Lionel Messi, jugador que fichará con el PSG.
La 'Messimanía' se desató en París cuando el domingo reconoció que su firma por el PSG era una "posibilidad".
La prensa francesa habla de un acuerdo entre ambas partes en torno a un contrato de al menos dos años, con un salario anual neto de unos 40 millones de euros (47 millones de dólares).
"Juntos de nuevo", escribió en Instagram Neymar, quien coincidió con Messi en el Barça entre 2013 y 2017.
Entre 2013 y 2017, los dos jugadores formaron junto al uruguayo Luis Suárez, una de las mejores delanteras de la historia del fútbol. Esta temporada estarán asociados en un tridente también temible... si el francés Kylian Mbappé, otra estrella planetaria, sigue en el PSG.
El domingo prefirió dedicar al Barça el que podría ser su último fin de semana como jugador sin contrato.
En las entrañas del Camp Nou donde forjó su leyenda, Messi, en lágrimas, clamó su amor por el club al que llegó con 13 años.
"Nunca imaginé mi despedida porque la verdad es que no lo pensaba", confesó, revelando que estaba dispuesto a bajarse el sueldo a la mitad para poder quedarse.
Pero el Barça renunció a prolongar su oneroso contrato, que expiró en junio, esgrimiendo el elevado riesgo que supondría para sus depauperadas arcas.
El PSG no podía dejar escapar la oportunidad, ante la búsqueda perpetua de superestrellas en la que están inmersos sus ricos propietarios (QSI) .
El músculo financiero de QSI y el relajamiento de las normas de 'fair play' financiero de la UEFA hicieron posible una operación que pocos concebían apenas dos meses atrás.
En París se encontrará, además de Neymar con Ángel Di María, con el que acaba de conquistar la Copa América.
eml