El futbol mexicano continúa en una especie de conmoción tras los hechos ocurridos el pasado sábado en el Estadio La Corregidora, donde una riña entre las aficiones de Querétaro y Atlas dejaron un saldo de 26 heridos; uno de ellos sigue en estado delicado.
Ante ello, la afición mexicana reaccionó pidiendo aspectos que marcarían el balompié nacional, tales como la desafiliación del Querétaro así como la desaparición definitiva de los grupos de animación o 'barras bravas'. Sin embargo, esta situación no se concretó.
No obstante, la violencia entre aficiones lamentablemente no es una historia reciente, pues en el futbol del Viejo Continente, sucedió una tragedia que cobró la vida de 39 víctimas y que orilló a tomar medidas drásticas para erradicar definitivamente a los hooligans.
ANTECEDENTES
En 1985, el futbol inglés y el futbol italiano eran considerados como los dos mejores exponentes del balompié a nivel mundial, sin embargo, en el lado oscuro de la historia, en ese mismo año estaba en apogeo el fenómeno de los extremistas en Inglaterra.
La mayoría de los clubes ingleses vieron surgir entre su afición a los 'hooligans', caracterizados por el anonimato, consumir grandes cantidades de alcohol, promover ideas violentas, lucir símbolos neonazis y realizar actos de bandalismo.
En pocos años, el fenómeno de los 'hooligans' comenzó a extenderse por toda Europa y en Italia generó gran impacto, aunque bajo el nombre de 'ultras'.
LA TRAGEDIA DE HEYSEL
El 29 de mayo de 1985, Liverpool y Juventus se citaron en la final de la Copa de Europa en el Estadio de Heysel en Bruselas, mismo que fue sede de una de las peores tragedias en la historia del futbol que dejó un saldo de 39 fallecidos.
Los hechos ocurrieron aproximadamente una hora antes del arranque del encuentro, cuando los aficionados más radicales del Liverpool empezaron a arrojar objetos y se abalanzaron sobre los seguidores de la Juventus, que se encontraban situados en el otro lado de la tribuna; esto provocó que se generara una avalancha mientras los aficionados italianos intentaban alejarse.
Los hinchas de la Juve quedaron aprisionados contra el muro donde finalizaba la grada y las vallas protectoras que separaban la tribuna del terreno de juego. Por su parte, algunos aficionados ingresaron al terreno de juego con palos y demás objetos en busca de agredir a la afición rival.
La situación se prolongó por varios minutos pese a la intervención del personal de seguridad y muchos aficionados sufrieron asfixia, aplastamiento y crisis de ansiedad, dejando un total de 39 fallecidos (32 italianos, cuatro belgas, dos franceses y un británico).
MEDIDAS DRÁSTICAS
A pesar de que el Liverpool y la Premier League recibieron fuertes sanciones por parte de la UEFA tras lo ocurrido en Bruselas, fue el gobierno británico quien buscó erradicar a los hooligans, aunque cuatro años después.
De primera instancia, el gobierno británico no impuso mayores sanciones al Liverpool o al futbol inglés, fue hasta 1989 tras la tragedia de Hillsborough donde fallecieron 96 aficionados ingleses, cuando Margaret Thatcher ahora sí impuso severas medidas.
La Dama de Hierro impulsó una serie de leyes que fueron erradicando los actos de violencia en las canchas, principalmente impulsadas por los hooligans; la primera fue vetar el ingreso a los estadios de por vida a los lideres característicos de las barras bravas, mientras que los que sí acudieran a los recintos, serían detectados fácilmente por las cámaras instaladas en los estadios de futbol en caso de cometer algún acto ilegal.
Pero las sanciones no pararon ahí, pues también hubo intervención del cuerpo policial, quien se encargó de combatir los nichos de los aficionados extremistas desde los suburbios donde se encontraban; sentenciaron a cerca de 50 líderes de las barras, enjuiciaron por lo menos 5000 fanáticos más y cualquier lugar de encuentro de los ‘Hooligans’ era objeto de redadas policiales.
Estas medidas fueron un parteaguas en el futbol inglés y sirvieron como ejemplo para algunas otras ligas o recintos en busca de erradicar los actos de violencia en el futbol.
FCM