En los últimos años la Major League Soccer (MLS) ha adquirido bastante fuerza y relevancia dentro del mundo del futbol, debido a sus grandes contrataciones de estrellas consolidadas, creando mayor interés entre los aficionados.
Los primeros años del futbol estadounidense profesional fueron muy difíciles, debido a los problemas económicos. Sin lugares para entrenar y viajes en autobuses escolares, la MLS fue evolucionando para convertirse en una de las ligas más rentables en el mundo.
Sin embargo la MLS no es reconocida por la FIFA, por lo que el estatus internacional e inclusive las posibilidades de aumentar la competitividad de los equipos pueden quedar estancadas por esta situación.
Una de las características que pueden determinar dicho conflicto es el calendario. Para la temporada 2020, el torneo iniciará el próximo 29 de febrero y concluirá en noviembre. Este sistema es totalmente distinto a los torneos en Europa o Sudamérica, debido a que sigue con las mismas fechas que las demás competiciones americanas (NFL, NBA y MLB).
La polémica continúa con la esporádica creación de los equipos. El caso reciente es Inter de Miami, donde milita Rodolfo Pizarro. Otro ejemplo puede ser el extinto Chivas USA, un proyecto fallido de Jorge Vergara para ampliar los horizontes del Rebaño Sagrado.
Además, el tema del descenso no existe en Estados Unidos. Al ser una liga de 'reciente' creación (pronto a cumplir 25 años), el número de equipos es escaso a comparación de otros países.
Finalmente, la Major League Soccer no cumple con algunas de las normas que la FIFA establece para sus ligas profesionales. Apenas hace un año se tomó la decisión de realizar un pago y cobro de los derechos de formación para impulsar el futuro de las jóvenes promesas del futbol estadounidense.
Por situaciones como estas, la MLS no encuentra cabida en los planes de la FIFA. A pesar de ser una liga creada para cumplir las demandas de la Federación previo al Mundial de 1994, el futbol en Estados Unidos está lejos de tener un nivel competitivo.