Un hecho insólito se dio en la Primera División de futbol en Irlanda del Norte durante el partido entre el Glentoran y el Coleraine, donde el portero del equipo local agredió a un compañero tras recibir gol.
Todo sucedió a menos de 10 minutos de finalizar el encuentro cuando el Glentoran ganaba 2-1 y con un hombre menos en el terreno de juego; por ello, los elementos que estaban en la cancha tenían la presión encima para poder mantener el marcador, algo que no sucedió.
Fue al minuto 81, cuando un jugador del cuadro local perdió el balón cerca de la media cancha, lo que produjo que el Coleraine metiera el gol del empate.
Lejos de que el festejo de Cathair Friel fuera lo que más llamara la atención, no sucedió así, ya que el portero Aaron McCarey fue a buscar a a su compañero Bobby Burns, a quien culpó del gol, pero no quedó ahí, ya que el arquero lo golpeó y una vez que cayó al césped lo tomó del cuello de la playera y comenzó a arrastrarlo, fueron los mismos jugadores del Glentoran quienes lo alejaron de Burns.
El árbitro al ver esta agresión por parte del portero decidió expulsarlo, por lo que dejó a su equipo con 9 hombres en la cancha, pese a ello, el marcador terminó en empate 2-2.
Durante la conferencia de prensa, el entrenador del Glentoran, Mick McDermott, mencionó que "Aaron McCarey le dio la mano (a Burns) en el vestuario y le ha dicho que nunca debería haber ocurrido".
ZZM