El Athletic volvió a rugir en Europa seis años después de la última vez, celebrando en el Estadio Olímpico de Roma un gol salvador de Paredes en los compases finales de un partido ante el Roma (1-1) en el que supo sufrir y aguantar las acometidas de los locales, para empujar con convencimiento en los minutos finales, salir vivo del Coliseo personal de los 'giallorossi' y llevarse un punto en la primera jornada de la Europa League.
Volvió el Athletic a competir en Europa 2387 días después la última vez. Y volvió puntuar en un partido que parecía perdido. Fueron seis años largos en los que peleó por volver a vivir noches grandes, por volver a pasear el escudo por el Viejo Continente. Su 'reestreno' fue sin Nico Williams en el once titular, en una de las grandes plazas de la competición y ante un Roma acostumbrado a rendir en Europa League, semifinalista de la pasada edición y finalista en la anterior.
Muchos condicionantes en contra que, sin embargo, no pesaron a los 'leones' en los primeros 15 minutos, en los que presentaron una versión muy positiva.
Agresivo y ofensivo. Con personalidad y presencia. El Athletic tuvo dos ocasiones claras para ponerse por delante bien pronto, pero las desaprovechó con definiciones erráticas. La primera de Iñaki Williams, el último goleador del club vasco en Europa, que cazó un balón largo de Ruiz de Galarreta botando pero lo mandó alto. La segunda de Paredes, que no acertó a encontrar puerta en su remate en un saque de esquina, una espina que se sacó en el minuto 85.
Fue un primer cuarto de hora que hizo prever un partido igualado, de tú a tú, con un Athletic protagonista. Pero la realidad fue bien distinta, al menos hasta la segunda mitad. Ese tiempo fue un espejismo en la capital italiana, porque el Roma se hizo claramente con el control del duelo en una media hora de la primera parte absolutamente dominante por parte de los de Ivan Juric.
Coincidió el despertar del Roma con el del Estadio Olímpico, mudo los primeros 15 minutos a modo de protesta por sus enfrentamientos con la directiva y el despido de Daniele De Rossi, al que recordaron con una pancarta. Rugió la grada y espabiló la 'Loba', como si necesitara de un arreón de su gente para ponerse a jugar.
Y lo hizo como hacía tiempo que no se veía. Con un plan claro, con mecanismos ofensivos y una presión al hombre a todo campo muy característica de Juric que minimizó a los de Valverde. Salidas limpias de balón por banda evitaron las presiones de los 'leones', que cuando conseguían poner en apuros a su rival veían cómo los romanos se apoyaban en un Koné imperial en la medular o lanzaban en largo en busca del gigante Dovbyk.
Así llegó la primera del Roma. De un pase largo de Celik al ex del Girona que superó a Vivian y que tuvo que salvar Aguirrezabala con una salida 'in extremis'. Ahí el Roma ya empezó a rondar el gol. Dybala lo tuvo pocos segundos después, pero remató mordido dentro del área, en el punto de penalti, después de que Angeliño ganara a Gorosabel por arriba.
Dos amenazas que el Roma sí iba cumplir con el gol. Llegó en otra jugada preciosa de los 'giallorossi', con Dybala como ejecutor de un caño limpio en el centro del campo, con una apertura a banda para la subida de Angeliño y con un centro medido del español a la cabeza de Dovbyk, que sumó el tercer gol en los últimos tres partidos.
Mejoró notablemente el Athletic en el segundo tiempo, pero no conseguía hacer trabajar demasiado a Svilar. Ni siquiera con la entrada de Nico Williams por Djalo pudo marcar la diferencia. Solo un disparo de Iñaki asustó al meta serbio antes del gol. Tenía la posesión ante un Roma que se dejaba hacer, pero que era sólido.
De hecho, la más clara la tuvo la 'Loba' en pies de Soulé, que entró por su compatriota Dybala en el descanso. El argentino se encontró con un regalo de Paredes, que le dejó solo ante Aguirrezabala tras un inoportuno tropezón que el meta vasco se encargó de desbaratar tras una gran intervención.
Pero el Athletic no se iba a rendir tan fácil en su vuelta y en cuanto encontró una grieta la exploró hasta sacar petróleo, encarnada en Abdulhamid por el perfil diestro romano, desde el que Nico botó una falta salvadora que Núñez remató en un primer momento, ganado por arriba a Hermoso, y que Paredes se encargó de remachar desde el corazón del área, resarciéndose de sus dos errores previos.
El Athletic volvió rugir en su vuelta a Europa y salió vivo del Coliseo del Roma con un punto que sabe a mucho más que eso.
CIG