Uno de los partidos más polémicos en la historia de la Champions League –y del futbol general- ocurrió en 2009 cuando el Chelsea fue eliminado por el Barcelona en las semifinales del torneo. En una de las actuaciones arbitrales más desastrosas que terminó por beneficiar al conjunto blaugrana al perdonarles al menos tres claros penales, incluyendo uno en la última jugada del partido, aquella noche fue bautizada como ‘el escándalo de Stamford Bridge’.
12 años después de ese juego, y más allá de lo que se pudo ver en la transmisión como la persecución de Ballack a Ovrebo o a Drogba fuera de sí en la zona de banquillos, apareció otro protagonista de aquella noche para revelar lo que ocurrió en los vestuarios del Chelsea.
Se trata del nigeriano John Obi Mikel, quien ese día vivió el partido desde el banquillo de suplentes, pero que al igual que el resto de sus compañeros, saltaba y gritaba cada que su equipo era acribillado sobre el terreno de juego. En entrevista con The Athletic, reveló lo que pasó en el vestuario.
“Fue un caos y después en el vestuario. Había botellas y cosas volando por todas partes, rompieron las mesas. Todos gritaban y chillaban. No sé ahora… Pero perder en aquella época era algo que no llevábamos bien, pero esa fue una noche realmente loca. Drogba perdió los papeles en el campo y luego siguió en el vestuario”, dijo.
NO FUE MI MEJOR NOCHE
Hace unos años, en entrevista con el diario Marca de España, el árbitro Ovrebo reconoció que su actuación de aquella noche estuvo plagada de errores, de la cual, dijo no sentirse “orgulloso”.
“No fue mi mejor día, la verdad. Pero esos fallos los puede cometer un árbitro y a veces un jugador o un entrenador. Puedes no tener ese día el nivel que debes tener. Pero no, no puedo estar orgulloso de aquel día”, señaló el ex silbante.