El partido entre el Chelsea y Tottenham de la jornada 2 de la Premier League terminó con los ánimos encendidos, pues los entrenadores de ambos equipos, Thomas Tuchel y Antonio Conte, respectivamente, casi se van a los golpes cuando parecían que solo se estrecharían la mano.
Stamford Bridge fue el escenario para un emocionante partido que finalizó con un empate 2-2, el cual se fue calentando durante el duelo y que concluyó con una imagen bochorno y que casi llega a algo más grave. Durante prácticamente todo el cotejo, ambos estrategas se encargaron alentar a sus escuadras, pero al mismo tiempo, alzaron la intensidad.
El primer incidente se dio tras el minuto 60, cuando el marcar se empató 1-1 a favor de los Spurs, motivo por el que el técnico italiano se acercó al banquillo de los Blues para gritar el tanto y el alemán respondió con gritos para su homólogo. Jugadores y cuerpos técnico intercedieron para evitar algo peor, pero no sería el único episodio.
Tras otra media hora de un duro partido, uno de los derbis de Londres terminó igualado 2-2, resultado que no calmó a los entrenadores y volvieron a protagonizar otro momento de bronca.
Cuando Tuchel y Conte se fueron a dar la mano luego del pitido final, como suele pasar en cada partido, las manos se quedaron pegadas, pero los brazos acabaron retorcidos y tanto el técnico italiano como el alemán rozaron sus caras una contra la otra.
"Mírame a los ojos". Esa fue la frase que se pudo escuchar a Tuchel. Luego, fueron separados y expulsados y ese fue el epílogo a un duelo en el que los banquillos del Chelsea y del Tottenham protagonizaron una película llamada "Al borde de un ataque de nervios". Y sin "al borde".
Nuevamente, futbolistas, árbitros y cuerpo técnico se acercaron para separar a ambos personajes, pues estuvieron muy cerca de llevar el intercambio miradas y palabras más allá.
MGC