Ulises Dávila: en búsqueda de la felicidad extraviada

Con el contexto de la sanción del Chelsea por cuenta de la FIFA, una antigua promesa mexicana y con paso por la escuadra londinense, aguarda por reencontrar su mejor versión

Ulises Dávila (Mexsport)
Rubén Guerrero Atilano
Ciudad de México /

Apenas hace unos días, la FIFA sancionó al Chelsea de la Premier League, con 600 mil francos suizos y el no poder fichar jugadores hasta el verano del 2020. Ambos castigos se deben al manejo de las contrataciones de futbolistas jóvenes y a un sobrecupo de muchachos que pertenecen al cuadro azul, pero sin estar en la mira cercana del escuadrón principal. Es algo común en conjuntos ingleses y más aún, con los reflectores del club que actualmente dirige Maurizio Sarri.  

 

El 30 de agosto del 2011, una promesa mexicana se despedía con bombo y platillo de las Chivas, el equipo que lo formó como profesional, ofreciendo una conferencia de prensa emocional. Se trataba de Ulises Dávila, que partía al Vitesse de Holanda, aunque previamente, el Chelsea ya había oficializado su traspaso por casi tres millones de euros. Los presagios y sensaciones del propio delantero y su entorno eran positivos: “Mi idea es consolidarme en la Eredivisie y luego de un año reportar en Londres”, decía.

Sin embargo, la realidad fue algo distinta a lo esperado. Aquel jovencito de 20 años que decía adiós a Verde Valle no encontró el escenario favorable en Europa, que atrajera el interés deportivo del Chelsea, con el que entrenó solo en algunas ocasiones. Dávila fue cedido a cinco distintos equipos del 2011 al 2015. Vitesse, Sabadell, Córdoba, Tenerife de España y hasta el Vitoria de Portugal, integraron su currículum. Para el arranque de 2016, Santos Laguna compraba su carta e intentaba rescatarlo. 

Ni su amplio recorrido en selecciones inferiores, ni la experiencia en Ligas europeas le garantizó un sitio con los Guerreros. Lejos del Chelsea, Dávila tuvo que comenzar de cero, con el tiempo invertido en el pasado como una especie de carga, pero la motivación a tope de cualquier novato. Hoy, vistiendo su novena camiseta profesional, con el Delhi Dynamos de la Superliga de la India, a más de 14 mil kilómetros de casa y ya con 27 años, Ulises intenta reencontrarse consigo mismo. 

"Mi motivación actual es el sentirme jugador de nuevo, el asumir un nuevo reto y tratar de cumplir con retos y expectativas propias. Salir de México no es fácil, no se trata de una determinación simple, pero el equipo (Delhi Dynamos) mostró interés porque yo estuviera acá. Ellos buscan gente de calidad y experiencia para su proyecto y mi deseo es dar todo lo que pueda. Mi idea es volver a disfrutar, me he encontrado con una gran infraestructura y bastante profesionalismo en la India". 

La vida no es tan simple y en Nueva Delhi, la capital de la India, un mexicano se abre paso entre la multitud, para mostrar sus capacidades: "Aquí hay costumbres y culturas diferentes. Este es un país de contrastes, te encuentras de todo en la calle, pero la motivación es muy grande. Mi objetivo es destacar individualmente y ayudar al equipo". 

“Hay pocas oportunidades en ataque”

Uno de los factores determinantes que Ulises Dávila recrimina en retrospectiva, cuando analiza su pasado y orígenes en el futbol nacional, es que se encontró con cierto sobrecupo de elementos foráneos. Al menos en su caso, el ofensivo advierte que la impaciencia y la presión son la principal tónica; de igual forma, asegura que hay talento suficiente formado en el país, para suplir los cupos extranjeros.   

"Se da poca oportunidad a los mexicanos, es muy corto el margen que se nos da para mostrarnos, porque calidad está comprobado que hay y bastante. Hace falta paciencia y confianza para que el talento nacional se deje ver y esto se refleja más en la posición de los delanteros. No hay tantos chances y sí presión por resultados positivos. Ojalá que esto se modifique con el correr del tiempo", considera vía telefónica.

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