El Manchester United vio agudizada aún más su crisis después de perder este sábado en Londres contra el West Ham (3-1), en la séptima fecha de la Premier League, con el trasfondo de las tensiones entre el técnico luso José Mourinho y el francés Paul Pogba.
La derrota ante el equipo del chileno Manuel Pellegrini se añade a una semana negra para los Diablos Rojos, marcada por la retirada del cargo de vicecapitán a Pogba, una eliminación en Copa de la Liga con el Derby County (2ª división), y una discusión ante las cámaras entre Mou y Pogba en un entrenamiento.
Desde el principio, quedaron a merced de un West Ham que los dominó, les maniató y les ganó terreno gracias a la superioridad de la pareja Yarmolenko y Marko Arnautovic frente a la debilidad de los centrales rojos.
En el minuto 5, Pablo Zabaleta ganó línea de fondo y puso un centro raseado que Anderson, con la espuela, mandó a la red. Mark Noble y Pedro Obiang contuvieron al desaparecido medio del United, donde salió el joven escocés Scott McTominay, y a balón parado llegó el segundo de los de Manuel Pellegrini.
Un córner botado desde el flanco izquierdo en el minuto llegó a Yarmolenko, quien amagó en varias ocasiones, pisando el cuero, hasta que sacó un latigazo que rebotó en Lindelof y se coló mansamente en la meta de De Gea.
El United se tambaleaba sobre la lona y solo revivió, momentáneamente, cuando Marcus Rashford remató de tacón en el primer palo un córner y recortó distancias.
Tres minutos después, Arnautovic cortó de raíz cualquier intento de remontada y aprovechó un sensacional pase en profundidad de Noble para batir a De Gea y poner el 3-1 en el marcador.