De la mano de Calderón, Chivas elimina al América y avanza a semifinales

El Rebaño Sagrado hizo el partido perfecto, vino al estadio Azteca y superó de principio a fin a las Águilas, a las que les quedó grande la eliminatoria

Cristian Calderón anotó los tres goles para la victoria de Chivas sobre América (Imago7)
Higinio Robles
Ciudad de México /

Chivas vino al Azteca a demostrar jerarquía, fue un equipo con más empaque, no solo sometió al América, lo exhibió de principio a fin y lo eliminó de la Liguilla a punta de golazos, haciendo más valiosa su calificación a semifinales. Un 1-2 a favor de los rojiblancos (1-3 global) que desnudó las falencias de los azulcremas. Primera vez que los tapatíos eliminan en cuartos de final a las Águilas y de qué forma.

Y es que Chivas jugó por nota desde el inicio, salió con el corazón acelerado y América no fue capaz de encontrarse, de nada le valió mandar un equipo de corte ofensivo, cuando no tuvo la claridad para elaborar alguna acción de peligro.

El Rebaño leyó de manera perfecta las fases del partido, supo presionar, defender y desdoblar. América no tuvo ninguna de las anteriores. El equipo de Vucetich superó anímica y futbolísticamente al de Miguel Herrera.

A falta de espacios, los azulcrema tampoco contaron con un jugador que agitara el partido. Córdova fue más trompicones que lucidez. Y Giovani tuvo un día de campo, es un futbolista que se le espera en estos partidos y simplemente no aparece.

Pasaban los minutos y daba la impresión que Chivas era el que estaba abajo en el marcador. El Rebaño tenía el partido al ritmo que quería. Una incursión de Jorge Sánchez por derecha fue lo más agresivo de América, pero Viñas no llegó a cerrar.

A la media hora de juego, las Águilas no habían exigido a Gudiño, y cuando necesitas goles para avanzar, pero no eres capaz de atacar al arquero rival, estás muy lejos de tu objetivo. Encima, Chivas se encontró con una acción a la que apostó, sabía que podía cazar al América en un desajuste y eso pasó.

Richard perdió el balón en el centro del campo, entonces los rojiblancos desdoblaron con velocidad, Sepúlveda para Brizuela y éste para Antuna, quien descargó con Oribe —la sorpresa de Vucetich y el Cepillo mostró su experiencia— que esperó a Calderón y el Chicote sacó un fierrazo con la zurda que venció a Ochoa. Una calca del gol del miércoles. América no aprendió la lección.

No se agitó América, que fue incapaz de rebelarse, no apareció ninguno de sus jugadores que estaban obligados a ejercer de catalizadores. El Piojo retiró a Richard y entró Benedetti. Córdova le bajó una pelota a Viñas y éste remató por encima. El Rebaño se fue al descanso como amo del partido.

Y en el complemento tampoco vino esa revolución de América. Chivas seguía dominando en el timing del encuentro. Y la suerte tampoco acompañó a las Águilas, pues en un centro de Escoboza, vino un cabezazo de Viñas que le dejó la pelota a Henry, pero su remate no fue efectivo y Sepúlveda evitó el gol que hubiera encendido al cuadro de Coapa.

El ejercicio defensivo de Chivas era perfecto, fueron un bloque de principio a fin, un equipo hecho y derecho. La ansiedad entró en el cuerpo de los americanistas, entró Díaz por un fantasmagórico Giovani, pero nada estresaba al Rebaño, que encontró el segundo en otro golazo de Calderón al 72’.

Aunque Henry Martin le puso decoró al partido, el gol de la Bomba llegó muy tarde, un consuelo muy pobre que solo maquilla lo bochornoso que fue América en toda la serie. Chivas está en semifinales con toda justicia. Las Águilas se van de vacaciones con la obligación de replantearse muchas cosas, porque no hay nada que duela más que ser eliminado por el acérrimo rival en Liguilla. Y para Miguel Herrera es un duro revés, es la primera vez que se queda eliminado en cuartos de final. Las cosas no están bien en Coapa.


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