La vida de los futbolistas parece de ensueño; convertirse en las personas que siempre imaginaron y trabajar haciendo lo que disfrutan y los hace felices. Sin embargo, algunos jugadores esconden algunas otras pasiones que salen a flote durante o posterior a su carrera como futbolistas.
Ejemplo de ello es Orbelín Pineda, el ex futbolista de Cruz Azul que se ha manifestado en más de una ocasión como aficionado del jaripeo. No obstante, el Mago no es el único.
Durante una entrevista con Javier Alarcón, el ex futbolista Ángel Reyna confesó que su verdadera pasión no era el futbol, sino un deporte bastante alejado del balompié: el boxeo.
Reyna contó que -cuando era pequeño- soñaba con ser boxeador, pues creció viendo al icónico Rocky Balboa e incluso expresó que fue muy bueno y cuenta con algunos trofeos.
"De hecho mi verdadera pasión desde chavito, yo hubiese querido ser boxeador. A mí el box me encanta, si me pongo a ver una pelea siento que estoy ahí y me gustaba mucho, de chiquito fui muy bueno, tengo ahí trofeos de box y karate", mencionó. "Yo quería ser en primer lugar boxeador, en segundo lugar abogado y en tercero futbolista".
"Todo empezó porque yo veía las películas y cuando terminaban ya quería ser Rocky y ahí tenía el costal y me ponía los guantes, nos poníamos unos gajos de naranja en la boca. Crecí super divertido y con esa pasión", añadió.
SIEMPRE POLÉMICO
Ángel Reyna llegó a ser considerado una de las máximas promesas del futbol mexicano, sin embargo su carrera se vio empañada en más de una ocasión por diversas peleas que protagonizó que incluso le dieron el apodo de 'pleititos'.
Ángel vistió las camisetas de equipos importantes como América, Chivas o Monterrey y una de sus peleas más recordadas fue vistiendo los colores azulcremas, cuando llamó "capitán de agua" a Aquivaldo Mosquera tras perder un Clásico Nacional.
FCM