Todos los inicios son inciertos. El del Guadalajara no fue la excepción, sobre todo después de tener ocho incorporaciones antes de este Clausura 2020. La directiva se encargó de ilusionar a los aficionados con los movimientos que realizó, mientras que los jugadores respaldaron esa esperanza con su victoria por 2-0 sobre Juárez.
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A pesar de los reflectores que acapararon los nuevos jugadores de Chivas; Luis Fernando Tena apostó por los hombres que estuvieron cerca de meterse a la Liguilla en el Apertura 2019. Solamente el número 9 cambió de nombre en el once titular del Flaco: Pulido por Macías, el nuevo hijo pródigo del Guadalajara.
Durante los primeros 45 minutos, el Rebaño no encontró ninguna amenaza. José Antonio Rodríguez pasó tan desapercibido como los recogebalones, gracias al orden de sus compañeros y a la inoperancia de sus rivales. En el ataque, Chivas fue todo lo que Juárez no pudo ser; un equipo que tenía el balón y que ofendía constantemente.
El número de faltas que recibió Javier Eduardo López fue proporcional al dominio de su equipo. El 10 de Chivas orquestaba los ataques del Rebaño, donde Fernando Beltrán jugaba un papel secundario, pero importante y en el que Isaac Brizuela y Alexis Vega se alternaban para desbordar por las bandas. Los jugadores de Juárez se limitaban a defender.
La primera recompensa para el Guadalajara llegó con el pie derecho de Alexis Vega. Un centro descompuesto encontró el botín del rojiblanco, quien de primera intención en el área, envió el balón al fondo del arco que defendía Iván Vázquez. El grito de gol desahogó a una afición que tuvo que esperar meses para atestiguar una anotación.
No pasó mucho tiempo para que Macías se hiciera presente en el marcador. Cuando todavía se hablaba del 1-0, José Juan le dio un pase a la red para aumentar la ventaja y reanudar su cuota goleadora con el Guadalajara. Tuvo un festejo mesurado, como aquel que besó otro escudo, pero que al mismo tiempo evitaba cualquier presión en su contra.
Chivas no se conformó con el 2-0, aunque tampoco pudo hacer algo para cambiarlo. El equipo de Gabriel Caballero seguía equivocándose, pero fue más el hambre del Rebaño por una goleada que la paciencia e inteligencia para culminar las jugadas de mejor manera. Brizuela, Macías y López desaprovecharon ocasiones que hubieran firmado la goleada.
El Flaco fue dadivoso con una afición que tenía la ilusión de ver a sus refuerzos. Sus tres cambios fueron de jugadores que llegaron para este nuevo torneo, aunque el último de ellos se trataba de un viejo conocido. El ingreso de José Juan Vázquez fue el postre de la cena. La afición ovacionó al Gallo como a ningún otro, porque indudablemente su presencia en el campo evocaba aquella anotación que significó la estrella número 13.
El Guadalajara ganó y gustó, como le piden a los equipos grandes. Estuvo cerca de golear, pero el dominio abrumador no aportó una tercera anotación. Al final en la grada hubo sonrisas, objetivo principal de Amaury Vergara y compañía para este año.
Chivas podrá descansar tras la victoria, que más allá de evitarle presiones, ha puesto a soñar de verdad a su afición, sobre todo porque da la sensación de que el equipo puede dar más. El Rebaño dio el primer paso hacia lo que todavía parece un sueño que tiene todos los ingredientes para convertirse en una realidad.