Argentino de nacimiento y mexicano por decisión. Forjado en la escuela Millonaria, con el sueño cumplido de defender a River Plate en primera división; así comenzó la historia de Daniel Hachita Ludueña, quien más tarde dejaría un legado en la Liga MX.
Como muchos futbolistas que sueñan a lo grande, Ludueña comenzó a jugar futbol en el llano, hasta que llegó a la casa club del conjunto millonario, donde enfrentó las dificultades de la competitividad y supo salir adelante, debutando con 16 años en River.
Su toque de balón fue lo que lo hizo sobresalir de entre la competencia. sin embargo luego de dos campeonatos con el club argentino -en 2003 y 2004- ya no le encontraron cabida en sus filas y se dio su llegada al futbol mexicano, fichando con Tecos para el Apertura 2004.
Con los Estudiantes, Ludueña fue uno de los pilares del equipo, logrando llegar a una final frente América, misma que perdieron, aunque fue una de las mejores etapas de Tecos en los últimos años.
EL ASCENSO A LA CIMA
Para el Clausura 2007, Hachita llega a Santos como nuevo refuerzo y fue aquí donde sembró y cosecho la semilla que lo llevó a su máximo nivel, consagrándose como ídolo del conjunto lagunero.
Ludueña llegó a un equipo que estaba peleando por no descender e incluso logró acceder a la liguilla de ese torneo, donde fueron eliminados por Pachuca. Fue hasta el Apertura 2007 cuando Santos y Daniel encontraron su mejor momento, pues los laguneros clasificaron a la Liguilla como líderes mientras que el Hachita selló el semestre con 18 goles.
FOTO: Bandera con el rostro de Daniel Ludueña en el TSM Corona (Imago7)
Pese a perder la semifinal frente a Pumas, Ludueña fue reconocido con el Balón de Oro como el mejor jugador en la Liga MX.
Sus esfuerzos rendirían frutos y para el Clausura 2008, los de la Comarca verían los resultados del trabajo realizado en el año anterior, pues conquistaron su tercer campeonato tras vencer a Cruz Azul por 3-2 en marcador global donde Daniel Ludueña se hizo presente con un gol.
Más tarde, para el Clausura 2012, Santos volvería a su mejor nivel tras consagrar su cuarta corona luego de vencer a Monterrey. Ese mismo año, salió del club para fichar con el Pachuca.
FOTO: Daniel Ludueña marcó gol frente a Monterrey en la final del Clausura 2012 (Imago7)
EL DECLIVE
Desde antes de salir de Santos, Ludueña ya mostraba una baja en su nivel de juego y, aunque en la Liga MX todavía tuvo un basto recorrido, su adiós al futbol profesional no se dio de la mejor manera, pues lo hizo jugando para Tampico-Madero -en la división de ascenso- y envuelto en una polémica situación con el club.
Luego de jugar con los Tuzos, Daniel Ludueña vistió los colores de Pumas, donde aún dio destellos de su gran técnica en varias ocasiones, una de las más recordadas fue el 22 de febrero de 2011 donde marcó un doblete en el Clásico Capitalino frente al América.
Después de Pumas, Hachita regresó a Córdoba, Argentina para jugar con el Talleres, donde pasó sin pena ni gloria para volver al futbol mexicano con la Jaiba Brava y -poco tiempo después- anunciar su retiro.
DE REGRESO AL LLANO
Luego de no encontrar acomodo en algún otro equipo, Ludueña anunció su retiro del futbol profesional y poco tiempo después se dio a conocer que el Hachita se unió a las filas de un equipo amateur: el Napoli de Torreón.
La vida de lujos y reflectores se había ido pero la pasión y el gran toque que siempre lo caracterizó se mantenían. Incluso, Ludueña conquistó un campeonato en la Liga de veteranos San Isidro en 2019 con el equipo napolitano, mismo en el que siempre aparecía con una sonrisa, pues pese a no estar en un estadio lleno, siguió disfrutando del futbol.
FOTO: Daniel Ludueña con el Napoli de Torreón (Facebook @Napoli Torreón)
FCM