La Liga de Ascenso tiene un nuevo color. Desde hace casi 15 días, con la llegada de Diego Maradona, la categoría de plata ha cobrado un lustre inesperado. Aún sin debutar al frente de la escuadra de Sinaloa, el argentino ya había levantado expectativas propias y ajenas. Y aunque su estreno como timonel culichi se postergó por temas televisivos, la efervescencia de su estadía no disminuyó, por el contrario, la ansiedad se incrementó con el correr de los días.
Todo lo anterior mencionado se reflejó este lunes, el día marcado en el calendario como el estreno de Maradona. Cafetaleros de Tapachula, el rival asignado, tres puntos en disputa y más que eso, todos los reflectores puestos en el área técnica del Gran Pez. Solo el llegar a Sinaloa ya es sinónimo de Diego. Los diarios locales le dedicaron espacio relevante, asegurando: "Hoy se hace historia" y "Diego, te toca demostrar como entrenador".
Mientras que en los comercios, desde pancartas alusivas, hasta conversaciones interminables al respecto, entre comensales y los propios brindadores del servicio. Todo era de Maradona. Sinaloa es Diego. Un par de horas previas al partido, la barra oficial de Dorados entonaba improvisaciones para su nuevo entrenador, al tiempo que las playeras oficiales, originales o no, lucían el '10' del ahora estratega. Es el tema del momento.
Ya dentro del estadio, poco a poco se empezó a llenar el Banorte. Las cámaras de televisión enfocaron más de una ocasión los rostros de los nuevos pupilos de Maradona. La transmisión oficial mostró a Diego sonriente pisando la cancha, saludando a los comentaristas en el previo al encuentro. En los instantes del himno de la Liga de Ascenso, los reflectores volvieron a enfocar al hombre regordete que pasaba por un costado del campo.
En el área técnica, quizás el deslucido juego de Dorados abrumó la euforia de Maradona, porque se vio a un reducido entrenador sin ánimo y que en el primer tiempo apenas se levantó en tres ocasiones para acomodar brevemente a su equipo y nada más. El show no lo dio Diego y tampoco su equipo. Un tiro al larguero en los primeros 15 minutos, por cuenta de Julio Nava, fue la mayor euforia que causó el Gran Pez.
En lo futbolístico, Tapachula exigía más a Dorados y la afición local, al cierre del primer tiempo comenzó a desesperarse, chiflarle a sus futbolistas, pero aplaudirle a Diego. El Gran Pez atraviesa una crisis en lo deportivo y ni los 10 días de conocimiento de su plantilla, le sirvieron a Maradona para darle un mejor ritmo y nivel de juego a una escuadra que pelea por los últimos puestos del Apertura 2018 en el Ascenso. En la cancha se reflejó la realidad del equipo.
ENTRADA IRREGULAR
Con toda la expectativa depositada a lo largo de días anteriores, se pensaba que las gradas del estadio Banorte estarían repletas para ver a Diego Maradona en su debut como entrenador de Dorados. No ocurrió. Si bien no eran las cifras de escaso aforo que aparecían en redes sociales, sí había más de 10 aficionados en las butacas del Gran Pez. Pero sí, se pensaba que medio Culiacán estaría presente.
Sin embargo y gracias a la reacción de Dorados en el marcador y en el aumento de su desempeño ofensivo, la afición comenzó a conectar más con su entrenador en el complemento. Diego dejó la banca y apareció en su área técnica, rodeado por Luis Islas y Mario García, que se convirtieron, más que en sus auxiliares, en sus cómplices de encuentro. La afición hizo su parte y el equipo cumplió en la cancha.
DESPERTÓ EL '10'
El empate sin goles no fue suficiente para el cuadro culichi, que en el complemento se vio más sólido, más suelto, al tiempo que Tapachula arriesgó y dejó espacios que los de casa supieron aprovechar adecuadamente. Al 59', Vinicio Angulo, casualmente con el '10' en el dorsal, definió dentro del área el primer tanto a favor de Dorados. Ahí sí, el estadio Banorte estalló en júbilo y con el recinto, Maradona se transformó en otro, en el animador ferviente y permanente de los suyos.
Dos minutos más tarde, Angulo repitió la dosis. Vinicio probó suerte desde fuera del área y volvió a marcar. De nuevo, Maradona festejó como si el tanto fuera propio y ahora se lo dedicó a su afición, volteando hacia a la grada eufórico.Al 63', Tapachula se acercó en el marcador, pero fue momentáneo por cuenta de Sebastián Ibars. Y como gran final para Angulo, el mismo atacante selló la victoria al 74', con un cobro adecuado de un tiro de castigo desde los once pasos.
Por si fuera poco, Alonso Escoboza aumentó la cuenta a cuatro tantos para los de casa. Ahí, en medio de la alegría, prácticamente todos los titulares corrieron hacia el área técnica, para abrazarse con el protagonista del banquillo. Cierre perfecto a una telenovela atípica en el Ascenso. Las escenas finales del duelo mostraban a Maradona y los suyos dirigiéndose a la grada, la que conectó con ellos, para ofrecerles este triunfo.