En la historia de los torneos cortos del futbol mexicano, la Liguilla cambia la cara del Superlíder, dado que pocos equipos que han terminado la fase regular en la cima de clasificación logran capitalizar esos números con el trofeo en sus vitrinas.
Desde el Invierno 96, cuando se instauraron los ciclos semestrales del máximo circuito futbolístico, solo cuatro, de los 46 líderes de la clasificación, se consagraron campeones. Toluca fue el primero en el Verano 98, para repetirlo un año más tarde y en el Verano 2000.
Pachuca, en los Clausura 2006 y 2007, así como Santos Laguna en el Clausura 2012 y América en el Apertura 2014, son el resto de cuadros que levantaron la corona como superlíderes del certamen.
Fuera de estos clubes, la maldición del superlíder ha cobrado victimas, ya que, en la mayoría de veces, se va en los cuartos de final. En 21 semestres, la primera fase de matar o morir ha sido la pesadilla de escuadras como la Cruz Azul, Guadalajara, América, Tigres y Atlante.
León, Tigres, Morelia, Pumas, Monterrey y la Máquina, son los conjuntos que no pudieron levantar el título como lo mejores de la primera fase y se tuvieron que conformar con el subcampeonato. En trece torneos el superlíder perdió la final.
En cinco torneos, la semifinal fue la mejor instancia que el equipo que sumó más puntos a lo largo de la instancia regular alcanzó.
Con 33 unidades, los Laguneros están en la cima del Apertura 2019, aventaja con cinco al Necaxa y a falta de dos jornadas, se perfilan para quedarse ahí. Una vez en la Fiesta Grande, Santos podría ser el quinto superlíder campeón o sucumbir a la maldición.
MGC