Pumas llega con la presión encima y la obligación de ganar un partido en el que se juegan más que tres puntos, en el que el orgullo también está en disputa. El gran paso de Universidad en el torneo fue frenado de golpe, con derrotas ante Morelia y Tigres que pegaron en el orgullo y los alejó de la cima del campeonato.
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Ante América, Pumas jugará uno de sus partidos más importantes y el cual puede ser determinante para asegurar un lugar en la Liguilla. Sin importar las bajas o el momento en el que se encuentren, las Águilas son rivales que siempre exigen y contra quienes existe una deuda pendiente, por el predominio azulcrema que hay desde hace unos años.
Miguel González, quien el torneo pasado empató 1-1 en el Azteca, fue claro y espera que sus pupilos conserven las unidades en el Olímpico. Respeta al rival, a Miguel Herrera y la plantilla que dirige, pero confía en que serán ellos los que salgan victoriosos. “Yo creo que vamos a ganar y lo digo con toda honestidad. Vamos a ganar, con respeto al América, su técnico y sus jugadores“, dijo en una entrevista con Fox Sports.
Alfredo Saldívar, formado en Cantera, también sabe la importancia de estos partidos. El aspecto mental será un factor determinante y, como líder en el vestuario, espera transmitir confianza a sus compañeros para encarar el cotejo de la mejor forma.
“Tenemos que dejar todo y hacer lo que sea para ganar, el resultado importa, pero hay que poner lo se tenga que poner, se habla mucho del partido, pero del otro lado también saben lo que es este partido y no es uno más, es importante ganar en casa“, aseguró el Pollo en zona mixta.
La última vez que Pumas y América se enfrentaron en Ciudad Universitaria fue en el Clausura 2019, con una victoria 1-0 para los locales y la primera vez que los felinos derrotaron a Miguel Herrera en su faceta americanista.
El once titular podría tener cambios. Ante la expulsión de Luis Quintana, Nicolás Freire jugará en la central con Johan Vásquez y con Alan Mozo y Alejandro Mayorga como laterales; Andrés Iniestra y Juan Pablo Vigón volverán a la contención, en tanto Pablo Barrera y Sebastián Saucedo se mantendrán como volantes.
Pero el cambio más significativo sería la delantera, con Juan Dinenno y Carlos González como puntas. Míchel tiene sus piezas listas, convencido de que Pumas volverá a la senda del triunfo.
EN AUTOBÚS
Como ha pasado en los últimos torneos, América llegará en autobús al estadio Olímpico. Hay confianza en Coapa en el operativo de seguridad que se ha diseñado para esta noche.
Miguel Herrera es un entrenador hecho a la medida de América, no lo admite, pero los resultados hablan por sí solos. El Piojo es un técnico que ha dado un salto de calidad, su productividad no baja, la mantiene o la aumenta, y cuando parece que sus Águilas claudicarán, muestra su capacidad de gestión y de intervención en el equipo para hacer que éste mantenga el tono competitivo.
Es cierto, América —en lo que va del torneo— está lejos de una versión que pueda ser espectacular, pero el mismo Miguel no lo oculta, lo admite y espera que en el mediano plazo su equipo pueda llenar la retina, pero hay que darle crédito de lo que ha hecho con un equipo que ha sido golpeado por una cadena de lesiones que lo han diezmado en ataque. Pese a todo está en la cima de la tabla, empatado en puntos con Cruz Azul, con el que ya se verá las caras en unos días.
Esta noche toca Pumas, un equipo al que Miguel —al mando de América— le tiene tomada la medida, el Piojo solo ha perdido un partido ante los universitarios de los 15 en los que se ha enfrentado al cuadro universitario en las dos etapas que ha dirigido a los azulcrema.
Herrera sabe perfecto como encarar estos compromisos, toca la fibra de sus jugadores y monta la estrategia para no salir con el orgullo herido. Para este juego recupera a algunos jugadores que le darán un poco más de fondo de armario, es consciente que le viene una cadena de partidos en los que se juega mucho en lo emocional, pero está listo para las batallas.
América llega tocado a CU, la derrota ante Necaxa dolió, pero la sensación de revancha se instaló en todo el club desde el inicio de semana, saben que no hay mejor escenario que un clásico para reivindicarse, para dar un paso al frente y recuperar sensaciones para la alta exigencia que viene por delante.
De América no se puede dudar, y menos con Miguel Herrera en el banquillo, lo sabe bien Pumas, que ha visto como las Águilas del Piojo se han convertido en su peor pesadilla en los últimos años. Esta noche en el Olímpico, inicia un maratón de cinco partidos claves en las aspiraciones de los azulcrema por trascender en este semestre.
Si hay alguien que sabe cómo conquistar Ciudad Universitaria, es precisamente Miguel Herrera, un entrenador que se ha convertido en El amo de los clásicos.