Tímida, estudiosa y lectora, así se describe Ana Paola López, aunque habría que agregar también calificativos como: goleadora, mujer con carácter y dama preparada. Se trata de la centrodelantera de las Tuzas del Pachuca, que más allá de la cancha, da opinión de prácticamente todo, desde el último libro que más le marcó, hasta el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Es una todaterreno, que sin miedo, también asegura: “Hay diferencias en el futbol; nosotras no podemos vivir todavía de esto”.
De niña, Ana Paola padeció problemas de tartamudez, de lo cual ya no hay rastro en su habla. Una plática con la goleadora del Pachuca es fluida, amena, constante. El pretexto realmente es el futbol, porque ella desmenuza prácticamente cualquier tema: social, deportivo, político, coyuntural. “Cuando me suelto hablando, no hay quién me pare, pero es difícil abrirme con personas que no conozco. Desconfío de inmediato”, avisa vía telefónica.
Eso sí, en lo que respecta a los reflectores en la cancha, López ha iniciado una nueva etapa con el cuadro de la Bella Airosa, después de año y medio con Pumas. En sus primeros cinco juegos rubricó tres anotaciones. La mesura y personalidad introvertida que muestra cuando se quita las zapatillas de juego y espinilleras contrasta con lo desenvuelta y eficaz que se vuelve cada que se transforma en futbolista profesional. Su historia es digna de contarse.
¿Cómo ha sido a lo largo de tu carrera el mezclar estudios con futbol?
Los últimos años, previos a la llegada a Pumas (mediados de 2017) fue difícil combinar los estudios con la intención de ser futbolista. Ahora, si eres incapaz de mezclar ambas disciplinas en un intento por ser profesional está claro que no llegarás a serlo. Es como una prueba previa. En mi caso, tuve paciencia, aguanté un poco de todo y al final se dio la instauración de la Liga Femenil. Como mujer es difícil ser futbolista. No es que tus prestaciones sean lo bastante grandes como para solo trabajar 10 años y ahorrar, para seguir metida en esto. Al final, lo positivo es que nosotras terminamos por prepararnos más que los hombres.
Estudiaste ciencias políticas en el ITAM, ¿por qué?...
Antes me había ido a estudiar a Tampa, Estados Unidos, al USF (University of South Florida) y allá cursaba la carrera de economía, pero cuando regreso a México después de algunos semestres, me gano la Beca Baillères en el ITAM y decido seguir con esta carrera, pero siento que pequé de ambiciosa, porque cursaba economía y de igual forma ciencia política, al mismo tiempo que seguía entrenando. Al final, me llamó más la segunda, porque siempre me ha apasionado el tema del país, del cómo estamos, de ser consciente hacia dónde vamos.
En pleno 2019, ¿cómo vislumbras la igualdad de género en México?
Me parece que en temas de igualdad de género se ha crecido muchísimo, aunque quede mucho por hacer. En temas de futbol, bueno, el hecho de que la liga femenil haya nacido es un paso enorme, pero sigue habiendo cosas faltantes. Laboralmente, las mujeres en México no pueden darse el lujo de vivir de esto. Quiero creer que estamos en vías para que esto cambie definitivamente. Espero en algún momento que llegue más equidad.
¿Cuál libro estás leyendo?
El último que leí fue La Sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, me lo prestó mi hermana; es un gran libro. Tengo en este momento uno que me recomendó mi abuelo, se llama El mundo de Sofía. Se trata de una novela con las principales ramas filosóficas en la historia.
De no haber sido futbolista, ¿qué otra profesión te hubiera gustado?
Me habría gustado quizás ser periodista. Sé que mi speech no es el mejor, pero me habría encantado trabajar en los medios, ya fuera deportivos o políticos. Algo por el estilo.
¿Ya has pensado qué harás después de retirarte?
Hay dos planes que he tratado de elaborar. En el primero, si quisiera seguir en la línea deportiva, del futbol y todo esto, me gustaría estudiar para entrenadora. Por otra parte, me gustaría acabar en algún medio deportivo, como te decía. Siento que es una pasión interminable y estaría bien vivirlo desde la otra arista.
¿Qué piensas de la actualidad política del país?
Me parece que el país enfrenta tres grandes problemas a combatir: inseguridad, desigualdad y corrupción, pero, independientemente de afiliaciones partidistas, creo que en estos seis años se verá una mayor voluntad política por realmente cambiar las cosas. Estos tres males han estancado al país, pero confío en que por lo menos ahora se comenzarán a resolver.