Mucho se ha oído hablar de los deportistas 'de otro planeta', dese Lionel Messi, LeBron James e incluso Usain Bolt. Sin embargo existe un deporte que sí tuvo lugar fuera de la Tierra; el golf.
En 1971, el astronauta Alan Shepard -quien provenía de la Marina de Estados Unidos y comandaba el viaje Apolo 14- vivió una de sus mayores pasiones en La Luna, pues se dio el lujo de jugar golf en el satélite de nuestro planeta.
Alan Shepard construyó un palo de golf con uno de los mangos de una de las herramientas que llevaban los astronautas para recoger rocas y piedras lunares, pues no estaba permitido llevar más objetos o materiales de los necesarios, y le acopló una cabeza de un hierro 6 marca Wilson Staff. Todo esto, lo planeó previo al viaje a la Luna, pero ¿cómo pudo esconder la cabeza del palo y las pelotas de golf? Un envase y un calcetín fueron la solución.
Shepard escondió la cabeza del palo de golf en un envase de uno de los experimentos que se dejarían en la Luna mientras que las pelotas viajaron en un calcetín.
Shepard se colocó delante de la cámara de televisión que habían instalado en la superficie lunar y avisó a Houston lo que estaba sucediendo, mostrando el palo y la pelota de golf. Continuó diciendo, que dado la estructura del traje no podría golpear la pelota agarrando el palo con las dos manos (como se suele hacer a la hora de jugar este deporte), así que intentaría golpearla como si estuviera en un bunker de arena de un campo de golf.
El primer golpe no fue muy bueno, pues se calculó que sólo recorrió 40 metros, e incluso su compañero Mitchell comentó que había golpeado más arena que bola. Para el segundo tiro, Shepard tuvo una mejor ejecución.
A su regreso, Alan Shepard donó el palo de golf al Museo de la Asociación Norteamericana de Golf, en Nueva Jersey y quedó en la historia como el hombre que llevó el golf a la Luna, el primer deporte que se practica fuera de La Tierra.
FCM