El exfutbolista profesional Ramón Arroyo Sánchez mantiene el récord de más goles anotados en un partido (17), esta marca se dio en el fútbol de la Tercera División (hoy segunda división) de nuestro país el 19 de febrero de 1995 en el estadio Tamaulipas. La Jaiba Brava enfrentó al equipo Truenos de Ciudad Acuña a quien derrotó 29 a 0.
Ramón no tuvo fortuna después de su hazaña. Quedó pendiente su debut en la Primera División (hoy LigaMX) y recuerda con sentimiento aquel día, que junto a su entrenador Franco Zúñiga habían soñado, una marca que ni Pelé, Maradona, Messi, ni Cristiano Ronaldo tienen.
“Fueron momentos inolvidables; esos momentos jamás se borran de la mente, son recuerdos melancólicos; es algo muy bonito porque todo mundo te recuerda y los amigos te dicen ‘es un honor convivir contigo’. Es un récord que todavía está impuesto a nivel nacional y seguiremos toda la vida recordando esto”.
Aquel 19 de febrero de 1995, todo el equipo sabía que enfrentaban a un rival que poca suerte había tenido en la temporada 94-95. Con brillo en sus ojos, Ramón comenta que “sabíamos del rival que venía mal, nunca imaginé que esto pasaría, solo en sueños, pero el profesor Franco Zuñiga siempre nos entrenó en media cancha puros tiros a gol, por lo mismo; él lo decretó que íbamos a meter 30 goles, nunca le creímos pero mira, pasó y gracias a Dios fueron 29 goles, de los cuales yo metí 17”.
Para que se diera la primera de las 17 anotaciones pasaron 21 minutos, el quinto en el marcador para la Jaiba Brava del Tampico-Madero.
“Nunca pensé que iba a meter 17 goles pero en gran parte se debió al trabajo de equipo, a mis compañeros que en todo momento me apoyaron, cada balón me lo daban, fue algo muy bonito. Recuerdo que Acuña ya no quería salir a jugar el segundo tiempo, ya les habíamos metido 14, gracias a Dios los chavos salieron otra vez al campo y pues ahí vino el resto de la historia”.
A pesar de las 17 dianas, Arroyo no logró el título individual de goleo en la temporada, ya que su más cercano seguidor, José Luis “Charro” Mendoza de los Correcaminos de la UAT, anotó 8 en el último juego de la temporada para sumar 44, por 42 del tampiqueño.
Después de la hazaña, vinieron algunas cosas para Ramón: homenajes, reconocimientos y felicitaciones del extranjero. Luego se integró con el equipo de Querétaro de la Primera División donde nunca se le dio la oportunidad de mostrarse, por lo que regresó al Correcaminos de la Segunda División, alternando juegos con el equipo naranja que militaba en la desaparecida Liga de Primera A.
“Gracias a Dios pude jugar con Correcaminos de Primera A que dirigía Eduardo Rergis, con él tuve la fortuna de debutar en esta división”.
Una de las circunstancias que lo llevaron a terminar con su carrera futbolística, fue la salud de su padre a quien cuidó en el momento que más necesitaba. “No me arrepiento porque mi papá sanó y lo que hice lo hice bien. El récord ahí está, es algo histórico, aunque me quedé con la espinita clavada de cumplir mi anhelo de llegar a la Primera División y por qué no, a la selección, pero fue algo que se truncó, ni modo, no se pudo pero el logro ahí está”.
Difícil de comparar
Entre leyendas del deporte como Pelé, Diego Maradona, Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, con sus respectivo palmarés, ninguno tiene el récord del tamaulipeco.
“Es difícil compararte con esas figuras, pero la verdad me da mucho orgullo hacer ese récord; sé que no cualquiera, sé que en el ámbito mundial ha durado mucho tiempo, pero ahí estamos entre los mejores goleadores del mundo y con eso me quedo”.
Hoy, Arroyo Sánchez vive de su otra pasión, la gastronomía, cuenta con un negocio que inició hace cinco años en una de las zonas más importante de la zona sur de Tamaulipas y de cuyas paredes cuelga en un cuadro uno de sus tesoros más preciados, la playera de la Jaiba Brava del Tampico-Madero con el número 50 en los dorsales.