El nadador mexicano Ángel Martínez tienen en mente buscar la marca A en dos pruebas para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y son en 200 metros combinado y 200 metros mariposa, y lo cual ve viable ya que
“Habíamos estado intentándolo desde que se abrió la oportunidad de dar la marca A, y fue en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde México tuvo una actuación memorable, ya que nunca habíamos sacado tantas medallas, y yo logré marcas personales. Teníamos en mente competir el 7 de mayo donde buscaríamos con mayor seguridad la marca a Tokio 2020, pero no se dio, ahorita estamos en cuarentena”, declaró Martínez.
- Te recomendamos “Tendré más tiempo de preparación”: Alexa Moreno Más Afición
El nadador tiene una marca de 2:01.70 minutos en los 200 metros combinado, y la marca que pide la FINA para clasificar a Tokio es de 1:59.60, mientras que en 200 metros mariposa tiene 1:59.20 minutos, y la marca es de 1:56.40.
“Se escucha fácil pero es muy complicado, pero últimamente había estado entrenando increíble, había empezado una dieta, y estaba mejorando mi estilo. Entrenamos muy duro todo el año para buscar estas marcas, entonces porque no ir por las dos”, indicó.
Martínez busca cumplir ese sueño olímpico que ya realizó su hermana Alejandra Martínez, quien participó en Aguas Abiertas en la edición de Pekín 2008.
“Desde chico siempre quise ir a Juegos Olímpicos, porque en mi familia hay nadadores, y mi hermana fue a la justa olímpica de Pekín 2008 en aguas abiertas, entonces desde que tuve esa experiencia, esa cercanía con alguien que clasificó a Juegos Olímpicos, lo tuve en mi mente, y quiero clasificar a ese evento. He trabajado durante muchos años para lograr esto, y llevó nadando 14 años, y ya estaba listo para dar mi mejor golpe, y me lo quitaron, así de la nada, y se me hace muy difícil renunciar a algo que he estado luchando tanto, y no puedo renunciar así de fácil”, mencionó el nadador.
Martínez en estos momentos se encuentra entrenador en Texas, donde se adapta a sus entrenamientos con lo que tiene a la mano.
“Tuve la fortuna de estar encerrado con mis compañeros de equipo, entonces nos organizábamos y trabajábamos ejercicios en tierra, y después de dos semanas de estar aislados, descubrí que en el otro complejo tienen una alberca como de 18 metros, entonces tuve la fortuna de estar encerrado a lado de una alberca y voy a entrenar ahí una hora y media al día, porque si no me volvería loco. He visto a nadadores que han comprado sus propias albercas y su calentador de agua, así que hay que hacer lo que se te ocurra, y yo agarré pesas, guantes de box y cuerdas, y es con lo que me he estado ejercitando, y todos los días trato de hacer algo porque si no me gana la flojera y no hago nada”, mencionó el nadador.