Muy pocas personas conocieron la identidad del Santo y Blue Demon. Dentro de ese grupo selecto se encuentra Roberto Gómez Bolaños, quien tuvo la oportunidad de compartir escenario y conocer tanto el nombre como el rostro de los enmascarados.
Todo comenzó en 1983, cuando Chespirito se presentó en el Madison Square Garden de Nueva York para dar una función especial para sus fanáticos estadunidenses, consiguiendo que el recinto se llenara dos veces en una noche. En aquella ocasión, también se presentaron El Santo y Blue Demon en una función especial de lucha libre.
Al día siguiente de la función, las tres celebridades se encontraban en un avión de regreso a México, aunque primero haría escala en Miami. En su autobiografía Sin querer queriendo de 2012, Chespirito recuerda que pasó el viaje platicando con El Santo, pero al llegar al aeropuerto perdió de vista a su acompañante.
"Yo notaba que faltaba algo que debía estar ahí. Ah, claro: lo que faltaba era un par de máscaras de luchador. Y mi mirada se paseó por todos los alrededores sin alcanzar a ver el menor vestigio de máscaras", contó.
Sin embargo, al llegar a migración, reconoció al Santo por su voz y notó que venía con otra persona que también le parecía familiar. Tras observar las manos del acompañante y notar que tenía artritis, se percató que era Blue Demon.
"Oí una voz aguda idéntica a la que había charlado conmigo a bordo del avión (otro más observador se habría dado cuenta de que la ropa de quien hablaba también era la misma que llevaba mi reciente compañero de viaje.). Para confirmar todo lo que iba yo deduciendo, el hombre estaba acompañado por otro, cuyas manos eran enormes y estaban notoriamente afectadas por la artritis".
De inmediato se dio cuenta que ambos atletas no traían máscara, ya que se tenían que quitar sus tapas para pasar la aduana. "Por lo tanto, a los luchadores no les quedó otro remedio más que permitir que yo conociera su verdadera personalidad”, añadió Chespirito.
Mientras los tres esperaban en el aeropuerto, muchos aficionados se acercaron para pedir un autógrafo a Chespirito, quien aprovechó la situación para develar la identidad de sus acompañantes, pero nadie creía que esos dos eran Blue Demon y El Santo.
"Estuve a punto de morir fulminado por las miradas que me lanzó Rodolfo Guzmán Huerta, nombre verdadero del Santo (¡y menos mal que se limitó a lanzarme miradas en vez de patadas voladoras o yeguas voladoras!), sobre todo cuando yo insistía: ‘¡De verás es El Santo! Lo que pasa es que se quitó la máscara’".
El Enmascarado de Planta se molestó con Gómez Bolaños, empero al percatarse que la gente pensaba que sólo estaba jugándole una broma a sus amigos, siguió la corriente ."‘Sí, yo soy El Santo. Y éste –añadió a su compañero—es Blue Demon'”, recordó Chespirito las palabras que dijo Rodolfo Guzmán en aquel momento.
Tras el incidente los tres abordaron su avión y regresaron a México. Chespirito recuerda que alguno de los dos atletas dijo: "'Ésa es la inobjetable realidad: sin la máscara no somos nadie'”.
Si bien Chespirito reveló sus identidades al público, nadie dio crédito a las palabras del actor, por lo que los luchadores continuaron sus vidas sin problemas. Blue Demon continuó su carrera en el deporte y filmando algunas películas; mientras que El Santo siguió en el mundo del espectáculo, pero un año más tarde falleció.
RGS