Una escena nunca antes vista se vivió en la Segunda División del rugby francés, cuando el jugador Josaia Raisuque tuvo un festejo muy efusivo tras haber derrotado 30-25 al Beziers y decidió cargar al árbitro.
Raisuque, originario de Fiji y jugador del Nevers, levantó por los aires al árbitro después de que diera el pitazo final que marcó la victoria de su equipo. La acción, que es inusual en los deportes, no le agradó al silbante, quien procedió a expulsarlo ante la mirada atónita de los jugadores del Beziers.
No fue solo el árbitro quien terminó molesto con Raisuque. El entrenador del Nevers, Xavier Pemeja, habló tras el partido y dijo que el incidente le traería graves consecuencias a su jugador.
"Es inaceptable. Va a ser castigado por el comité disciplinario. Me encargaré de él. No puedo aceptar esto. Lo que pasó al final va a tener malas consecuencias", dijo el estratega en la rueda de prensa posterior al juego.
EML