La nadadora Monika González ya tenía planeado comenzar con su vida profesional después de que culminarán en este año los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero ahora que se aplazaron deberá posponer también sus objetivos fuera del agua, ya que en la justa olímpica se quiere despedir del alto rendimiento.
“La verdad que ya me veía retirada después de Tokio, entonces esto es un cambio muy grande para mi, como el hecho de nadar un año más para cumplir el sueño olímpico, pero es un sueño y una meta tan importante que tengo desde hace tantos años, por lo tanto, un año más es prácticamente nada, los deportistas que estamos entrenando para clasificar a Tokio nos despertamos todos los días con esos Olímpicos en la mente, y en especial los nadadores nos aventamos a las seis de la mañana al agua para entrenar de cuatro o cinco horas diarias”, declaró González.
La nadadora busca realizar la marca A para ir a Tokio 2020 en los 200 metros combinado. Por ahora tiene in registro de 2:14.16 minutos, y el registro que pide la FINA es de 2:12.56.
“En diciembre del año pasado me quedé a un segundo de la marca olímpica, y además con ese tiempo rompí el récord mexicano. Mi meta era lograr la clasificación en mayo en el Arena Pro Swim Series de Indianapolis, pero obviamente lo cancelaron. Me estaba sintiendo muy bien en el agua y me encontraba en la mejor forma de mi vida, entonces fue una gran decepción que no pudimos lograr el pase antes de que todo esto pasara, pero tenemos un año más para perfeccionar detalles y mejorar aún más, y eso nos da la posibilidad de aspirar a cosas más grandes, y a tiempos más rápidos de lo que estábamos aspirando este año”, explicó la deportista.
En este ciclo Olímpico, Monika participó en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018, donde ganó cuatro oros y un bronce, y también en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 donde logró el bronce, y ahora quiere culminar su carrera deportiva participando en los Juegos Olímpicos.
“Un segundo en la natación es muchísimo, ya que esta disciplina se define por centésimas, pero de la manera en la que me he estado preparando veo muy factible llegar a la marca, y ojalá cuando se reanuden las cosas tengamos el verano para prepararnos, y en septiembre comenzar a buscar la marca. He estado nadando durante 10 años, y mi última meta sería ir a los Juegos Olímpicos, pero también tengo metas fuera de la alberca, me gradué con una carrera de economía, y en dos semanas termino mi maestría, y quiero buscar una carrera fuera de la natación, ya que este deporte no nos regresa mucho monetariamente. Así como invertí 10 años a la natación, ahora quiero empezar invertir mi tiempo en mi carrera profesional”, sentenció.
La nadadora se encuentra en Texas donde realiza trabajos físicos y tiene la oportunidad de nadar en una alberca.
“En la dos últimas semanas estuve en mi casa de Tepoztlán, y por suerte tenía una alberca muy chica, de 10 metros, pero usaba una liga y nadaba como unos 30 minutos al día y es lo máximo que hacía. Ahora regresé a Texas, y aquí hay una alberca de dos carriles junto a nuestros departamentos, y la cual no cerrado, e intentamos ir mínimo una vez al día para no perder el sentimiento al agua. Ha sido bastante difícil porque la natación es lamentablemente un deporte muy celoso, que no se puede sustituir con ninguna otra cosa, porque se pierde muy rápido la sensibilidad al agua y la forma en el agua, entonces hemos estado haciendo lo máximo posible en cuanto a trabajo aérobico y trabajo de fuerza”, mencionó.
Para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 clasificaron tres nadadores con marca A, y fueron Liliana Ibáñez, Ricardo Vargas y Long Gutiérrez, y para Tokio varios nadadores se encuentran cerca de dar su respectiva marca, como Monika González, Ángel Martínez y Jorge Iga.
CC