La clavadista Paola Espinosa ya ha asimilado el hecho de que deberá prepararse por un año más para estar en Tokio 2020, lo que sería su quinta justa olímpica, y después de parar su ritmo competitivo tras la pandemia.
“Estamos siempre en la mira de los Juegos Olímpicos, fue muy duro de digerir que se tuviera que cambiar por el tema de la pandemia, y tuve que replantearme todo un mapa en mi cabeza, de saber qué iba hacer, cómo lo iba a hacer, volver a tomar fuerza, la cual me costó muchísimo trabajo, además subir de peso, con lo cual estuve luchando mucho en este camino, y no es lo mismo decir me faltan tres o cuatro meses, a un año más. Me encanta la idea de ir por mis quintos Juegos Olímpicos y buscar una medalla”, declaró Espinosa.
Paola y Melany Hernández consiguieron la plaza para el país en el trampolín sincronizado, en el Campeonato Mundial de Gwangju 2019, y en el Nacional de marzo en el CNAR, se ganaron el derecho de asistir a la Copa del Mundo de febrero del 2021 en Tokio, y donde la intención es mostrar de nueva cuenta que son una pareja consolidada.
“Melanie y yo somos una pareja nueva en el trampolín de tres metros sincronizados y lo hicimos muy bien, y en el Nacional ganamos nuestro derecho de ir a la Copa del Mundo. Hemos logrado el bronce en el Mundial, y nuestro pase a las Series Mundiales y en la fecha de Canadá logramos la plata, lo cual quiere decir que a los jueces les gusta nuestro trabajo y cómo estamos tirando los clavados”, mencionó.
En el trampolín tres metros femenil individual no hay todavía ninguna plaza olímpica para nuestro país, y esos lugares los estarán buscando Melany Hernández y Arantza Vázquez, en la Copa del Mundo.
Recuerda con emoción su segunda medalla olímpica
El viernes se cumplen ocho años en que Paola Espinosa obtuvo su segunda medalla olímpica, y que fue la plata en la plataforma sincronizada junto a Alejandra Orozco, y la deportista recuerda con mucha emoción ese momento.
“Tengo un recuerdo muy bonito de Londres 2012, cuando nos colgaron la medalla a Alejandra Orozco y a mi, y después el poder dar esa vuelta en la alberca, voltear a las gradas, y ver que muchos mexicanos estaban cantando las mañanitas. La medalla la atesoró muchísimo, y después no me imaginaba que iba a llegar algo tan importante como el nacimiento de mi hija”, indicó.