La charrería, deporte nacional por excelencia, tiene un arraigo muy profundo en la Comarca Lagunera, que por su actividad ganadera ha propiciado el desarrollo de esta forma de vida para cientos de personas y entretenimiento para una afición conocedora.
El principal santuario charro en La Laguna es el Lienzo del 11-40, donde continuamente se desarrollan competencias de primera calidad, se disfruta y se aprende el código y las reglas que para algunos pueden ser complejas, pero para un charro es el trabajo diario que se realiza en el campo, a esto se les llama suertes que se deben hacer de manera correcta y en el menor tiempo posible.
Una charreada inicia con el desfile de los equipos participantes, entran al ruedo desde la manga del lienzo, que es la parte recta, con música de fondo, la tradicional marcha a Zacatecas, para saludar al público.
Cala de caballo
Es la primera suerte que se realiza, se hace de manera individual y consiste en demostrar lo educado que se tiene al caballo, controlado por la rienda.
Inicia con el arranque a todo galope desde el centro de ruedo hasta el partidero, una vez ahí sin movimiento regresa al centro del ruedo a toda velocidad, rayando con las patas o cuartos traseros, sin salirse del cuadro previamente marcado.
Luego se traslada al rectángulo anexo para hacer girar al caballo sobre su propio eje, son mínimo seis vueltas o lados hacia la izquierda, (o lado de montar ) y otras seis vueltas hacia la derecha, (o lado de la garrocha).
Sigue con los medios lados, para regresar al partidero, cejando al caballo, es decir, haciéndolo caminar hacia atrás y en línea recta, para volver hacia el público a paso tranco, con tranquilidad.
Piales en el lienzo
Aquí la destreza requiere lazar una yegua de los dos cuartos traseros a un mismo tiempo chorrear a cabeza de silla hasta detener por completo la carrera del animal.
Todo comienza en el partidero o manga del lienzo. Por la esquina superior izquierda sueltan la yegua a toda velocidad corriendo paralelo a la pared con rumbo al ruedo, el competidor, montado en su caballo de manera perpendicular a 4 metros o más, de la pared a las manos del caballo, lanzando su lazo con rumbo a las patas o cuartos traseros del animal, si logra lazar las dos patas chorreará (amarrará) su soga en la cabeza de la silla hasta detener por completo la carrera de la yegua.
En esta suerte, tiene 3 oportunidades para conseguir su cometido cambiando de lugar a lo largo del partidero en cada intento.
Colas
Es la suerte en donde se sigue y derriba un novillo en un terreno máximo de 60 metros.
Se lleva a cabo desde el fondo del partidero, el charro aguarda la salida del novillo para después emprender la carrera en paralelo, el charro se agacha, toma la cola del toro y corriendo la mano sobre la cola hasta la mota, alza la pierna derecha y se balancea para enredarla en la espinilla bajando la mano hasta el tobillo, al mismo tiempo abre su caballo formando con el toro un ángulo de 45 grados aproximadamente y sacando fuerte al caballo, da el jalón para derribar al animal.
El novillo debe ser derribado en los 60 metros que tiene el partidero para que pueda acumular puntos para su equipo.
Esta actividad en los tiempo campiranos se empleaba para derribar los toros restándole fuerza y proceder a jinetearlo ya caído, todo con el fin de manejar al ganado, ya sea para herrarlo o curarlo.
Jineteada de toro
Consiste en quitarle lo bravo a un toro montándolo hasta que no repare más y por eso demanda valor y habilidad para someter al animal.
Inicia con un toro encerrado en un cajón, donde se procede a colocarle el pretal (cintillo donde se sostiene el charro) con la ayuda de sus compañeros, quienes al abrir la puerta el toro lucha por sacudirse al competidor, quien debe quedarse en los lomos del animal y aguantar todos los reparos sin caer hasta quitar el pretal y bajar.
Terna en el ruedo
Participan tres charros para dominar un toro con sus reatas lazado uno de la cabeza y otro de las patas, para derribarlo.
Se debe tener destreza para del manejo del lazo y llevar al animal a control total.
Son tres oportunidades para ejecutar en seis minutos.
Uno de los charros debe florear la reata y luego lazar la cabeza del novillo, eso se conoce como lazo de cabeza, y luego un compañero intenta poner el pial, una trampa para lazar las patas del novillo, y una vez consumadas estas dos acciones chorrean a cabeza de silla ambos hasta derribar completamente al novillo.
Jineteada de yegua
Es domar a la greñuda, montándola hasta que no repare más.
El jinete debe permanecer en los lomos del animal y aguantar todos los reparos sin caer, ya sea a la greña, sujetándose únicamente de las crines del animal, o con pretal.
Debe bajarse tomado de la greña del animal.
Manganas a pie
El charro debe florear la reata, luego lazar las manos de la yegua corriendo alrededor del ruedo y culminar derribándola.
Con el ruedo cerrado, la integran 3 arreadores y un manganeador, este último esta a pie mientras compañeros le pasan la yegua por todo alrededor del ruedo mientras que el manganeador se colocara a una distancia de 4 metros frente a la pared, luego de su floreo, al pasar la yegua cerca le presenta la reata para lazar las manos de la yegua, chorrear a cuadril y derribarla.
Algunos hacen el tirón del horcado, donde el charro se amarra del cuello de donde sostiene el tirón hasta derribar la yegua.
Son tres oportunidades y deben ser con remate distinto.
Manganas a caballo
Se procede de la manera similar a la anterior, pero el manganeador ejecuta montado en su caballo y derriba chorreando a cabeza de silla.
Paso de la muerte
Es el remate de la competencia, donde el jinete saltar de un caballo manso a una yegua bruta cuando están a toda velocidad alrededor del ruedo.
Debe aguantarle los reparos sosteniéndose solamente de las greñas de la yegua hasta que esta se detenga y bajar correctamente. Serán dos pasadas.
El equipo que acumula más puntos de toda la competencia es el ganador.
Escaramuzas
La participación de la mujer en la charrería se realiza con equipos llamados escaramuzas, para realizar ejercicios coordinados a todo galope, con el riesgo de chocar entre sí.