Mientras que algunos niños juegan a los carritos a los seis años, el piloto mexicano Esteban Gutiérrez ya daba sus primeros toques a un pedal de aceleración real, muestra inequívoca de que en su vida los motores formarían una parte importante, y que lo han llevado hasta la Fórmula 1, categoría en donde tres años compitió y donde aún lucha para regresar a la parrilla.
“El primer coche que conduje fue un BMW Serie 3”, recordó el originario de Nuevo León durante una entrevista con Milenio-La Afición, donde reconoció que tomó el volante a muy corta edad: “Fue el primer coche que pude, vamos a decir, conducir al 100 por ciento, eso fue hace muchos años, estaba muy chico, tanto que se van a sorprender”.
“Cuando empecé a manejar tenía unos seis años, obviamente lo hacía en lugares donde no era público, eran lugares privados. Afortunadamente era muy alto desde chiquito, y eso me ayudó a alcanzar los pedales”, explicó el ahora integrante del equipo Mercedes-Benz, quien incluso pudo haberse desviado a las motocicletas, y es que la pasión por los motores no se limitaba a las cuatro ruedas.
“Me gustaban mucho las motos, ahí me subí desde que tenía tres o cuatro años. Desde entonces estaba siempre en el campo, raspando, cayéndome, ahí empecé a agarra mi sentimiento por la velocidad”.
Desde ese momento, la vida del mexicano tomó otro rumbo, enfocándose en la gasolina y en las competencias; primero en su natal Monterrey donde corrió en los karts, para después dar el salto a los Estados Unidos donde se proclamó como el novato de la Fórmula BMW de ese país antes de conquistar, un año después, el titulo europeo de la misma serie. Con el tiempo fue demostrando su talento hasta llegar a la Fórmula 1 al equipo Sauber, su primera casa dentro del Gran Circo.
Aunque ahora no compite en la parrilla y está a la espera de una nueva oportunidad, su labor dentro del equipo Mercedes-Benz es vital para ayudar a Lewis Hamilton y Valtteri Bottas a conseguir éxitos en las pistas, ayudando con las labores de simulación. Al estar con las flechas plateadas ha encontrado afecto por ciertos vehículos de la marca, como el tradicional “alas de gaviota”, uno de los modelos clásicos y que considera “sería increíble” tenerlo para su uso personal, porque la pasión por los motores la lleva incluso fuera de la pista.
“El coche de mis sueños sería un clásico, que pueda disfrutar con mis hijos en un futuro, me encantaría tener una colección de autos que tengan un valor sentimental alto”, dice el mexicano quien también se prepara para cuando sea el momento de dar el salto al otro lado del muro de pits, y convertirse en un directivo. En ese aspecto, ha tomado el aprendizaje de Toto Wolff, el hombre que dirige los brazos de Mercedes en la Fórmula 1 y con el que han logrado seis campeonatos de pilotos y de constructores. ¿La clave? Es sencillo: “Mas que pilotos, es tener a un equipo que trabaje en armonía y que esté empoderado. Una de las fortalezas de Toto es que empodera a la gente dentro de su equipo. Yo he estado en equipos pequeños, grandes, y he visto que eso es lo que hace que todo funcione aquí”.
Aunque aún esos días están lejos, Gutiérrez tiene en claro la clase de pilotos que quisiera tener a los mandos de sus monoplazas: “Me gustaría alguien como Senna…y luego me iría por alguien más metódico. Senna y Lauda. Creo que ellos serían un equipo estable”, finalizó el mexicano, quien por ahora, trabaja desde casa a la espera de que la F1 se reactive en julio.
SFRM