La historia de Hugo Oliveras es una muestra de valentía y amor por la vida, un ex piloto que era un atleta de alto rendimiento en toda la extensión de la palabra; comía bien, se ejercitaba y era meramente profesional, pues su vida siempre han sido los carros.
Su talento era innato, corría en dos de las categorías más importantes en ese momento a nivel nacional: Nascar y Supercopa, viajó por Sudamérica, Centroamérica y Europa; ganaba muchas carreras, campeonatos, medallas y estuvo apunto de dar el paso a la Fórmula 1; pero un día de la noche a la mañana en 2019 dos derrames cerebrales le cambiaron la vida.
"Estaba en la cumbre, tanto profesional como personal, y un día de la noche a la mañana, tuve dos derrames cerebrales, un cavernoma sangró y lo tenía en el tallo cerebral, tuvieron que operarme de emergencia, me salvaron la vida sacándome este cavernoma y los derrames. Agradezco porque salí lúcido de esa cirugía que duró más de 10 horas", comentó Oliveras en entrevista exclusiva con MILENIO-La Afición.
Para él, fue un golpe muy duro, los estragos de los derrames le hicieron perder la visión y la audición del lado izquierdo; más no sus ganas de vivir y seguir con su pasión más grande en la vida: el automovilismo.
“Pude volver a aprender a caminar, cuando mi hijo empezaba a gatear, yo gateaba con él, pude volver a hablar, poco a poco me alcanzó para subirme a la bicicleta y cuando me di cuenta ya estaba corriendo carros otra vez, me subí al podio un par de veces, después de mucho trabajo, y después de un año y cachito de que ya había recuperado mi vida, empezaron pláticas motivacionales, de hecho, nadie pudo creer que alguien con tres derrames cerebrales estuviera vivo, ganando, subiéndose al podio, y haciendo cosas increíbles”, compartió.
Volvió la pesadilla
Las cosas caminaban de manera positiva en su entorno, poco a poco recuperaba su vida a base de mucho esfuerzo y horas de rehabilitación, cuando esporádicamente llegó un fatídico tercer derrame cerebral.
“Un año después, viene un tercer derrame cerebral, volvió a sangrar este cavernoma, pero ya fue muy complicado, porque en México ya no se animaban a operarme, tuve que buscar en Estados Unidos una opción, un doctor, que es el mejor doctor del mundo para el sistema de derrames, excepto en mi caso, que me salvó la vida, pero ya dejaron más secuelas, y bueno, a raíz de eso, todo se complicó, ya no pude regresar a correr, pero pues agradecido de estar vivo”, manifestó.
Una parte de él, murió
El experimentar por tercera vez un derrame cerebral en su vida, lo alejó de muchas pasiones, entre ellas correr, o realizar deportes extremos, por lo que fue consciente que esa persona que alguna vez fue, ya no regresaría.
“Entendí que el Hugo que ganaba carreras y campeonatos, que era extremo, en esquí, en la bici, había muerto y ahora era uno nuevo, que estaba viviendo cosas diferentes y retos nuevos”.
El mensaje de Hugo
Oliveras llegó a cuestionarse muchas veces lo que le pasó y cómo afectó su vida, pero aprendió a lidiar con el problema y no poner excusas, es por eso que alienta a todas las personas que pasan por una situación similar a no desistir.
“Entendí que yo tengo que ser más responsable de lo que me pasa, aunque no lo haya pedido. Y yo no he mejorado por estar sentado en un sillón. Yo he mejorado porque todos los días me levanto a las cinco de la mañana, a tomar terapia, a hacer ejercicio, a trabajar en mi cuerpo y a trabajar en lo que me corresponde, a hacer ejercicio, a trabajar en mi cuerpo y a trabajar en lo que me corresponde”, señaló.
Añadió que “he buscado ayuda psicológica y me he aplicado, no estoy sentado. Eso es lo que yo le digo a la gente. Seguramente todos tenemos problemas, unos más graves que otros, pero sentarse a llorar y hacerse la víctima, no te lleva a ningún lado”, concluyó.
Apoya a jóvenes
En 2009 creó la escudería HO Speed Racing, donde compiten en Trucks México Series, que impulsa al talento joven a subir de categoría en la Nascar México Series.
RGS