Organizar el Rally Dakar es un reto particular. Movilizar a miles de personas de una ciudad a otra para completar miles de kilómetros en dos semanas, en medio del desierto, no es sencillo, ya sea en el Sahara, en el Atacama o, como desde el 2020, en las dunas de Arabia Saudita. Pero a la edición 2021 se agregó un factor extra: el covid-19.
La enfermedad ha pegado en la competencia más extrema del mundo que arranca este sábado en Yeda, Arabia, con su lista de participantes más corta en los últimos 25 años: solo 440 competidores distribuidos en 266 vehículos (coches, camiones, quads y motocicletas).
Todos ellos afrontarán 12 etapas para completar los 4 mil 767 kilómetros cronometrados para un total de 7 mil 646 kilómetros de recorrido antes de regresar a la ciudad de origen para cruzar la meta el 15 de enero.
Medidas extremas
Para recibir a toda la caravana del Dakar, los organizadores han tenido que adaptarse a las exigentes normas de Arabia Saudita, país que apenas hace unos días cerró sus fronteras.
ASO, promotores del evento y también organizadores del Tour de Francia, prepararon más vuelos chárter para permitir la llegada de los competidores y personal de los equipos. Antes de abordar era necesario realizarse una prueba PCR, una segunda evaluación se realizó ya en tierras saudíes para permitirles el acceso definitivo al bivouac.
El Dakar es especialista en crear una burbuja. Cada año los participantes se mueven en una caravana que, si bien es restrictiva en la transportación, permite el acceso de personas fuera de la competencia. Durante la década que se realizó en Sudamérica experimentó la mayor cantidad de público, una situación que no se vivía en África y que, al menos en la primera edición en Arabia, no resultó equiparable. Para echar a andar la aventura de 2021 el principal cambio se verá en que los invitados VIP; el público, patrocinadores y demás personas ajenas a la organización no podrán ingresar al campeonato.
La idea es simple, si nadie entra al bivouac se reduce el riesgo de contagio, pero también ofrece seguridad a las autoridades locales de que nadie saldrá de esta zona, por lo que mantendrán sus cifras de contagios bajas (hasta el último día del año contabilizaban 362 mil casos y 6 mil 204 defunciones).
Al interior mantendrán las medidas de seguridad conocidas en el mundo: uso de cubrebocas, gel antibacterial, guantes. En caso de que una persona comience a presentar síntomas será aislada de inmediato.
Durante su historia, el Dakar se ha enfrentado a diversos retos que le han valido el mote de la competencia más peligrosa del mundo, desde los difíciles caminos de los desiertos, hasta los secuestros, atentados terroristas, pero nunca antes lo había hecho ante un 'enemigo' que no se podía ver como es el coronavirus. ¿Lo logrará?
México estará representado
Nacido en México, pero residente en España, el país contará con un participante, el primero desde que el Dakar se mudó a Arabia Saudita: Juan Pablo Guillén. El piloto correrá con una KTM marcada con el número 35. A sus 43 años, su principal objetivo es concluir la competencia. El mexicano, dentro de su experiencia, tiene competencias a nivel internacional, incluyendo la destacada Baja 1000 en México, pero también la África Eco Race en 2020, donde obtuvo el segundo lugar en la categoría de +450.
FCM