Si bien su nombre por si solo podría no decir mucho, Moisés Flores Aguilar es uno de los hombres más importantes al interior de la organización de los Tigres Blancos de la Universidad Madero, ya que como preparador físico es reconocido a lo largo y ancho de la Liga de la Asociación Baloncesto Estudiantil (ABE).
Su experiencia lo respalda, pues desde años atrás, Aguilar Flores fue el encargado de resguardar la integridad física del equipo varonil de futbol de soccer, escuadra de la que dio el salto al deporte ráfaga, donde gracias a sus cualidades le fue encomendado el cuidado de la plantilla de hombres y damas.
"Después de apoyar al equipo de futbol soccer en mis inicios en la universidad, me dieron la oportunidad de integrarme al staff de los equipos de basquetbol, a diez años de distancia de formar parte de la institución puedo decir que ha sido una gran experiencia que me ha ayudado a crecer tanto a nivel personal como profesional".
En entrevista, Moisés aseguró que a lo largo del tiempo ha podido conocer a una gran cantidad de personas que han marcado su vida, cuestión que ha logrado enriquecer con un cúmulo importante de experiencias, como el título que las Tigresas cosecharon hace cinco años atrás.
"En todo este trayecto me he encontrado con grandes personas, compañeros y directivos porque se convirtieron en mentores y respaldo de los procesos que llevamos a cabo con los muchachos. Valoro lo que he vivido en UMAD todo este tiempo, pero indudablemente los mejores momentos son el campeonato nacional de la Liga ABE que el equipo femenil logró en 2015 ya que la obtención del título implicó una fuerte carga emocional".
Recordó que es gracias a lo hecho con la Madero es que su trabajo ha trascendido fuera de las fronteras de la institución, ya que lo hecho con los felinos albinos lo llevó hace un par de años a formar parte del equipo profesional de baloncesto de Ángeles de Puebla, situación que él llenó de satisfacción.
"Pienso que todos los años que llevamos de labor con los Tigres Blancos me han dado la madurez profesional que hoy poseo. Las buenas campañas me llevaron a incursionar con Ángeles de Puebla y eso fue una gran experiencia porque además de ponerme a prueba como preparador físico, esto me permitió reencontrarme con Manuel Yáñez, ex jugador de UMAD. Fue una gran experiencia y vamos por más porque el compromiso es siempre con los jugadores para que ellos, con la preparación necesaria, den lo mejor en la cancha", resaltó.
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