Corría el minuto 86 del segundo encuentro del Mundial Sub 17 para Inglaterra, en el Estadio Hidalgo de Pachuca, cuando Quillan Roberts, portero de Canadá, el sinodal en cuestión trató de adelantar las líneas de su equipo, avanzando hasta la media cancha; los europeos vencían por 2-1 a un rival en el papel sencillo. El cancerbero levanta la cabeza, golpea el esférico y éste se interna en el área, da un bote antes de que cualquiera lo golpee y se incrusta en el arco enemigo, ante la mirada impávida de guardameta que vestía de amarillo y sí, se trataba de un protagonista de Rusia 2018, que hasta ahora, ha dejado en claro su calidad bajo los tres postes: Jordan Pickford.
“Recuerdo estar desolado en aquel momento, porque cuando eres joven siempre quieres ganar. Pero ahora me doy cuenta de que lo principal es aprender y que nunca puedes parar de hacerlo”, comentó apenas hace unos días el cancerbero, al recordar dicho trago amargo.
Hoy, la realidad de Pickford es totalmente diferente, en su primera Copa del Mundo con el máximo combinado inglés. Sus intervenciones en la tanda de penaltis ante Colombia y en los Cuartos frente a Suecia quedarán durante mucho tiempo en el imaginario colectivo de los aficionados. “Esos errores me han convertido en un mejor jugador y una mejor persona”.
De hecho, en aquel Mundial Sub 17, su imagen logró resarcirse en duelos posteriores. Pickford brindaba solvencia en la zona baja y permitía que el juego de los ingleses ocurriera con flujo suficiente. De hecho, pese al despiste frente a Canadá, John Peacock, el entrenador, le brindó absoluta confianza y refrendó su presencia hasta Cuartos de Final, donde una Alemania en la que destacaban también prospectos como Emre Can (hoy en la Juventus), los eliminó del certamen en la cancha del Morelia, por marcador de 3-2, con tantos de Samed Yesil (doblete) y Kaan Ayhan, los hombres de la rosa descontaron por parte de Samuel Magri y Hallam Hope.
De hecho, otro elemento que repitió años más tarde entre México 2011 y Rusia 2018, que cumplió con el proceso ideal, fue Raheem Sterling. El volante del Manchester City es un constante del cuadro blanco e incluso, a sus 23 años, esta es su segunda Copa del Mundo; en Brasil 2014 fue más un relevo, con escasos minutos. Hoy, de igual forma, es un recambio para Gareth Southgate. Juego el mismo papel en el cuadro que dirige Josep Guardiola, aportando vértigo y velocidad por la banda, o internándose detrás de Harry Kane.