La leyenda del deporte blanco, Andre Kirk Agassi, ganador de ocho Grand Slams en su carrera y ex No. 1 del mundo, celebra 50 años de vida. Quien fuera en su momento apenas el tercer tenista en la historia de la era abierta en conseguir el Career Grand Slam, que es cuando conquistas los cuatro grandes (Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open) y primero en lograr el Career Golden Slam que es cuando a los cuatro le sumas la medalla de oro, se retiro ya hace 14 años, pero gran parte de sus seguidores y medios se quedaron en shock hace una década cuando en su autobiografía “Open” reveló que consumió más de una vez la droga crystal meth (metanfetaminas) en 1997.
“Estaba en un momento de mi vida en que no era la vida que quería o que elegí, un matrimonio en el que no quería estar, estaba deprimido y cuando llega alguien y te ofrece una salida, la tomé. Pero como para muchas personas, un error te lleva a más errores” contaría Agassi en 2010 en entrevista con David Letterman.
Casado en aquel entonces con la actriz Brooke Shields en una relación mediática y con apenas 27 años, el ex tenista cuenta como en más de una ocasión con uno de sus asistentes, Slim, consume crystal meth en busca de deshacerse del vacío “Además del éxtasis de drogarse, consigo una satisfacción innegable en hacerme daño y acortar mi carrera… Después de dos días drogado, de no dormir, soy un alien. Tengo el descaro de preguntarme por qué me siento podrido. Soy un atleta, mi cuerpo debería poder manejar esto”.
Un día recibe la llamada de un doctor de la ATP que le informa de su positivo en un control antidopaje y le da a conocer el proceso a seguir. Andre envía una carta al organismo en que miente y se declara inocente de consumir drogas, aludiendo a un accidente al ingerir la bebida de su asistente. Meses después, en abril de 1998 le dan a conocer la resolución de su caso, la ATP cree su versión y lo absuelven de cualquier suspensión. Al mismo tiempo Agassi prepara un sólido regreso al máximo nivel, en 1999 se divorcia, consigue conquistar el Abierto de Francia, jugar una vez más la final de Wimbledon, sumar su segundo US Open y pasar de estar fuera del Top 100 a recuperar el No. 1. Ese año también empieza su relación hasta el momento platónica de más de una década con la también leyenda Steffi Graf.
Ganadora de 22 Grand Slams, la alemana y el estadounidense se casaron en 2001 y tienen dos hijos, pero Agassi tuvo que superar el rechazo de una muy tímida Steffi desde 1991 cuando ambos ganaron Wimbledon. El primer acercamiento real se dio cuando con ayuda de su coach Brad, que conocía al coach de Steffi, arreglaron una sesión de práctica en la edición del 99 en Key Biscane, aunque no sería hasta después de Wimbledon de aquel año que las llamadas telefónicas comenzaron debido a que Steffi tenía un novio de seis años, al que terminó dejando por Agassi.
“Stefanie vuela conmigo a Las Vegas. Hacemos todo lo típico. Apostamos, vemos un show y asistimos a una pelea de box: Oscar de la Hoya vs Félix Trinidad, nuestra primera cita pública. Nuestra salida del clóset. Al día siguiente una foto de nosotros agarrados de la mano y besándonos abajo del ring está en los periódicos -Ahora ya no hay vuelta atrás- le digo. Me mira, despacio, afortunadamente, sonríe.”