Billie Jean King, un nombre escrito en los mejores párrafos del deporte en el mundo. La ex tenista estadunidense de 75 años de edad, es considerada como una de las jugadoras más grandes de tenis y cuenta con 12 títulos individuales: seis cetros de Wimbledon, dos US Open, un Australian Open y un Roland Garros, a los que se le suman 16 en dobles femenino y 11 en dobles mixto.
Sin embargo, Billie Jean se convirtió en un emblema deportivo por otras razones, con más peso social y colectivo. En 1973, King derrotó a Bobby Riggs, el campeón masculino quien la retó para demostrar la superioridad de los hombres sobre las mujeres. Esta victoria, significó el reclamo hacia la desigualdad deportiva entre hombres y mujeres.
“Yo sabía que se trataba de un cambio social. Si pierdo esto pondrá a las mujeres 50 años atrás, por lo menos”.
“Dos cosas salieron de ese partido. Para las mujeres empoderamiento y confianza; ya tenía el suficiente valor para pedir un aumento de sueldo. Y para ellos, fueron la primer generación de hombres dentro de un movimiento de mujeres, les guste o no”.
Su lucha no paro. Pues en ese mismo año, amenazó con boicotear el Abierto de Estados Unidos a menos que las mujeres recibieran un reconocimiento efectivo igual que los hombres, por lo que el US Open se convirtió en el primer gran torneo en premiar de manera equitativa.
“A los 11 yo quería ser la jugadora número uno del tenis mundial. El tenis no era usual en mi familia. Me puse a pensar en mi deporte y en que todos jugaban con zapatos blancos y ropa blanca, y con pelotas blancas… Todo el que jugaba era blanco y me dije ‘¿dónde está el resto del mundo?’ Y en ese momento me prometí que lucharía por la igualdad de derechos y oportunidades para niños y niñas, hombres y mujeres, el resto de mi vida”.
Así es como Billie Jean King revolucionó el tenis y el deporte en general, poniendo sobre la mesa la importancia del rol femenino, peleando literalmente hasta lograrlo y convertirse en un ícono de las mujeres a nivel mundial.